“Es un país abierto a entablar relaciones comerciales con todo el mundo, que es además la mayor garantía posible de perpetuar la colaboración y alejarse de la guerra”, remarcó.
“Y hoy, por primera vez en 150 años, y a contramano de un mundo cada vez menos libre, la Argentina se convierte día a día en un país más libre”, agregó.
Sobre el final de su exposición, el Presidente tuvo su mensaje más nítido hacia los hombre de negocios norteamericanos: “Son los héroes de la historia, si creen como yo, en la superioridad del capitalismo de libre empresa, en que Occidente se encamina a un lento pero seguro retroceso, en que el mérito, la ambición la libertad, la innovación y el optimismo son valores esenciales, quiero invitarlos a que apuesten por la Argentina”.
“Ayudenmé ustedes, que son el progreso humano encarnado, a hacer a la Argentina la nueva Roma del Siglo XXI, a hacer a la Argentina una tierra de oportunidades para todos aquellos que estén dispuestos a habitar nuestro suelo”, agregó.
Y les remarcó que “la baja capitalización de la economía fruto de 20 años de un populismo empecinado en destruir el capital, va a generar oportunidades de inversión enormes para aquellos que apuesten por el país”.
“Para nosotros la única tarea del Estado es proteger la vida, la libertad y la propiedad de los argentinos, para que cada uno pueda ser arquitecto de su propio destino. Es una visión parecida a la que sostuvieron todos los países prósperos de Occidente en los momentos grandes de su historia” señaló.