La estudiante de Antropología de la UNR, María Florencia Nicolari, es la única argentina que participa en la excavación de la tumba de “Visir Amen-Hotep Huy”, llevada a cabo por el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto.
Con el objetivo de apoyar el trabajo de excavación y documentación que se viene realizado desde el año 2009 y desarrollar en forma conjunta proyectos de investigación científica, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) firmó recientemente un convenio marco con el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto de Madrid. Con esa institución trabaja la estudiante de Antropología de la UNR, María Florencia Nicolari, en el proyecto de excavación de la tumba de “Visir Amen-Hotep Huy”.
“Estamos muy contentos de poder rubricar este convenio sobre el que avanzamos el año pasado no sólo para consolidar todo el trabajo que se viene haciendo sino también para pensar otras iniciativas, nuevas líneas de investigación, publicaciones conjuntas, desarrollos científicos, de producción de conocimiento para fortalecer la formación de recursos humanos al interior de la Universidad”, afirmó el Rector Franco Bartolacci y destacó: “Es un honor para la UNR y ratificamos el compromiso de acompañar para que este proyecto siga adelante”.
El monumento que se está excavando posee importancia arqueológica, artística e histórica dado que la tumba del Visir Amen-Hotep Huy pertenece al reinado de Amen-Hotep III (1360-1353 AC), uno de los momentos más agitados e interesantes del imperio nuevo egipcio.
El trabajo es desarrollado por un equipo interdisciplinario de profesionales de diferentes países y especializados en áreas como la egiptología, la arqueología, la arquitectura, la topografía, la epigrafía y documentación, la fotografía, la restauración y la informática, bajo la dirección del Dr. Francisco Martín Valentín y la codirección de Teresa Bedman.
Amen Hotep Huy fue visir del faraón Amenhotep III y se opuso a las reformas religiosas encaminadas a convertir al faraón en el dios Atón (el disco solar) viviente. Por tanto fue algo parecido a un “líder de la oposición” contrario a las nuevas corrientes religiosas impulsadas por el hijo y heredero del faraón. Por eso su tumba, que es la que están excavando, nunca se terminó, ya que su memoria, imágenes y estatuas fueron perseguidas por todo Egipto.
“Hoy existe un gran vacío en el conocimiento y documentación de los acontecimientos históricos de aquel período, porque fue especialmente turbulento. Lo que no fue destruido o quedó incompleto por la actuación de los partidarios de la nueva religión atoniana, sería posteriormente objeto de una nueva destrucción selectiva en época de los reyes de la dinastía XIX”, explican desde el Instituto.
Por esta razón, el esclarecimiento de la misteriosa personalidad del Visir Amen-Hotep Huy, a partir de los nuevos hallazgos que se realicen, podría ser relevante para completar este escenario de vacío histórico, trascendente para la comprensión de los acontecimientos que dieron lugar al final de la dinastía XVIII y al nacimiento de la XIX.
María Florencia Nicolari cuenta que el año pasado se inauguró en el Museo de Luxor la primera exposición de las piezas que se encontraron durante los trabajos de excavación y documentación. Entre ellos, objetos de cerámica, pequeñas estatuas, recuerdos que acompañaban “al más allá”, papiros, sarcófagos, estatuas, sellos, moldes y amuletos tales como el escarabajo de protección contra la muerte y las enfermedades y la llave anj cuyo significado es “vida”.
Los investigadores también hallaron una piedra donde se dibujó un croquis de las columnas de la tumba. Asimismo, están tratando de recuperar los jeroglíficos de las paredes y estudiando la gramática egipcia para comprenderlos. Nicolari explica que esta tumba estuvo cerrada por 3000 años y la idea es hacerla visible.
Fuente: UNR