Parece que Newell’s Old Boys no puede terminar de encontrar el sendero de la tranquilidad, cuando parecía que comenzaba a salir a flote tras la victoria en La Fortaleza, el equipo de Gamboa volvió a perder en condición de local, esta vez ante Huracán por la mínima diferencia y acumula su tercera derrota consecutiva en el Coloso.
Matías Cóccaro, en la primera etapa convirtió el gol del triunfo para el Globo.
LO TUVO AL PRINCIPIO
La primera situación clara la tuvo la Lepra, cuando después de una gran jugada colectiva, Scocco metió un pase al área a Comba y el ex Gimnasia lo ve llegar de frente a Castro, quien se acomodó para la zurda y reventó el pelo izquierdo de Díaz.
Dos minutos más tarde, un centro de Compagnucci cayó en la cabeza del más bajito de la cancha, Comba, que con un frentazo hizo estirar otra vez al arquero del Globo que la mandó al córner.
Newell’s copaba la mitad de cancha con Scocco jugando de enganche y encontrando una sociedad productiva desde la elaboración pero que no tenía la contundencia necesaria para ponerse arriba en el marcador.
EL GOL FUE DE HURACÁN
Pero la apertura del marcador fue para Huracán, cuando a los 24min, después del primer córner de la visita, Cóccaro entró solo para que con un soberbio cabezazo ponga arriba a los de Kudelka.
Los de Gamboa quedaron shokeados tras el gol en contra y a los 30min, otra vez de cabeza pero esta vez Henríquez, casi cayéndose, lo obliga a Aguerre a tapar abajo y evitar que caiga de nuevo el arco.
Hasta el gol de la visita, Newell’s era un equipo incisivo y con empuje, pero con el eterno problema, la definición.
Después del gol de Huracán fue un equipo frágil, dubitativo y sin la pelota, con bajas producciones de los volantes y los mediapuntas.
EL GLOBO LO MANEJÓ
En el arranque del complemento, Sforza que estaba amonestado hizo una infracción que estuvo al filo de la segunda amarilla, por eso Gamboa llamó rápido a Mateo Maccari para reemplazar al juvenil. También Fernando Belluschi ingresó por Cacciabue.
El partido era malo y mostraba el nerviosismo del Rojinegro con la comodidad de la ventaja que tenía la visita.
A la cancha saltó Jonathan Cristaldo por un flojo Sordo. Recién a los 22 minutos, un remate de Castro se fue a centímetros del palo derecho de Díaz fue la primera jugada de peligro en la segunda etapa. Nunca encontró el camino, apurado, obsesionado con buscar por arriba con dos centrales de Huracán de casi dos metros cada uno.
Solo quedó la última chance nuevamente en los pies de Castro, que con otro derechazo encontró la última gran respuesta de Díaz.
UN ROJINEGRO SIN IDEAS
No tuvo ideas, ingenio ni capacidad para siquiera empatar un encuentro ante uno de los equipos más flojos del campeonato. No solo volvió a perder, sino que mostró una cara muy preocupante de cara al futuro.