Newell’s Old Boys volvió a recibir un golpe duro en esta Superliga Argentina, el conjunto rojinegro fue derrotado por Gimnasia y Esgrima La Plata por uno a cero con gol de Tijanovich en la última jugada del partido. Con este triunfo, el Lobo ya casi se salvó este año del descenso.
Una derrota muy difícil de digerir para los dirigidos por Bidoglio, porque tuvo muchos condimentos negativos, fue en el último minuto y porque con este triunfo el equipo platense alcanza a la Lepra en la tabla de descensos para la próxima temporada. Ambos quedaron en la penúltima posición de solo por arriba de San Martín de Tucumán (quién es firme candidato a descender este campeonato) y además porque acumula la tercera derrota consecutiva en el 2019.
El partido dejó expuesto la situación de los dos equipos en el presente, planteles acéfalos de jerarquía, con serios problemas defensivos, con escasez defensiva, y poco volumen de juego.
Y así se desarrollaron los 90 y pico de minutos, con muchos errores defensivos que dejaron abierta la chance de tener un ganador. Y ese ganador apareció cuando todo terminaba y fue Gimnasia.
El que intentó un poco más siempre fue Newell’s, que no pudo aprovechar los yerros en la defensa de su rival. Alexis Rodríguez corajeando solo contra los defensores, y una mitad de cancha lenta que ganaba con Moreno, de buen primer tiempo y Requena prolijo. Aunque la más clara la tuvo el Lobo con un tiro libre de Víctor Ayala que pegó en el palo y el rebote no encontró ninguna pierna para empujarla.
El complemento encontró al rojinegro buscando sin fuerzas ni ideas, chocando contra su propia impotencia, y Gimnasia esperando terminar el partido para lograr un punto que parecía difícil de alcanzar. Pero ni los ingresos de Insaurralde, que jugó un puñados de minutos y se volvió a lesionar, ni Fydriszweski que chocó contra la defensa sin lograr ningún rédito, ni Torres que apenas pudo tocar el balón pudieron cambiar el rumbo.
Y el equipo del indio Ortíz, deseoso de terminar con el karma del descenso por lo menos este año, fue a buscar la última pelota en momentos en que era un puñado de nervios. Moreno en un pecado de juventud rechazó corta, la volvieron a meter en el área y Tijanovich, que estaba de pesca, enganchó la pelota perfecta para acomodarla al lado del palo izquierdo de Aguerre que solo atinó a mirar como entraba.
Ese gol que hizo estallar al hincha de Gimnasia que veía continuar el sufrimiento y que en ese grito descargó la furia contenida, pero ese gol también desnudó una nueva crisis en Newell’s, quién se ha transformado en “Maxidependientes” y tampoco encuentra la salidas en chicos tirados a la cancha en forma desesperada tratando de tapar deficiencias de todo tipo. Se vienen tres partidos muy importantes donde no hay margen para la equivocación, la Copa Argentina y el final de la Superliga Argentina planteará el futuro.