Se esfumó rápido la ilusión de Newell’s Old Boys de poder llegar con vida a la clasificación del grupo de “la muerte”.
La Lepra cayó en la Bombonera ante el Xeneize por 2-0 con un doblete de la figura del encuentro el colombiano Edwin Cardona y fue expulsado el uruguayo Gabrielli. El Rojinegro ahora enfrentará la fase de complementación para un lugar en la Sudamericana a la cual ya está clasificado.
Todo mal de arranque
Comenzó el partido con el pie izquierdo para el Rojinegro porque en el arranque del encuentro cayó mal Scocco tras un cruce de Campuzano y el goleador Leproso quedó lesionado de su hombro izquierdo, tanto que debió ser reemplazado por Panchito González.
Era demasiado la ofensiva de Boca para los de Kudelka, tanto es así que Fontanini cometió una falta en la puerta del área que con un buen remate de Cardona, más una floja respuesta de Macagno, ponía en ventaja a Boca.
El gol de Boca fue ofrecido a Dalma Maradona quien se encontraba observando el encuentro desde el palco de su papá.
A los 17 minutos, el Rojinegro intentó con mucha fragilidad ofensiva acercarse al arco del Xeneize con un centro de Moreno que descolgó Andrada cuando iba a definir Maxi Rodríguez.
El local controlaba los tiempos del partido y sin tener muchas llegadas claras manejaba la pelota y el control del cotejo.
Para colmo, a los 19 minutos, una mala salida del fondo Leproso, le queda la pelota a Abila quien habilitó a Cardona, éste dejó tirado a Fontanini y definió entre las piernas de Macagno para estirar la ventaja a un dos a cero, que a posteriori sería la definitiva.
Quedaba apenas un remate de media distancia de Maxi Rodríguez que encontró una gran respuesta de Andrada mandando la pelota al corner y la expulsión del uruguayo Gabrielli por doble amarilla que parecía sellar el destino de los del Parque.
Un complemento que estuvo de más
El segundo tiempo estuvo de más, fue una práctica para Boca que mantuvo la pelota y, por Macagno o alguna deficiencia ofensiva, el partido no terminó en goleada.
Pudo comenzar la debacle a los 5 minutos, cuando Moreno golpeó la pelota con la mano que Espinoza no dudó en marcar penal, pero Wanchope Abila tiró la pelota a las nubes.
Después empezaron los cambios en los dos equipos, uno para cuidar a los titulares para la Libertadores y el otro para poder correr un poco más y aguantar una derrota que no se transforme en estruendosa.
Pudo ser goleada
Comenzaban a desfilar las posibilidades para el local, primero Zarate intentando definir por arriba de Macagno y hubo una buena respuesta del “Uno” Leproso. Villa y Obando que intentaban de media distancia y nuevamente aparecía el arquero Rojinegro. Y así pasó el complemento, sufriéndolo desde el lugar de los del Parque Independencia y poniéndose a punto para el gran desafío de Libertadores por el lado del conjunto de la Ribera.
Newell’s no encuentra ninguna de las herramientas que había mostrado en el último tiempo para obtener resultados y funcionamiento.
Dócil, sin rebeldía, con una merma marcada desde lo físico y futbolístico confirmó en la Bombonera que está muy lejos de cualquier equipo de mitad de cancha.
El único que mostró vergüenza deportiva fue Francisco González, los demás jugadores con un aplazo grande como el del técnico que, en el camino a la Copa Sudamericana, perdió la brújula.