Enseguida mostró su felicidad por el paso que todo futbolista quiere tener a la primera división. Después de quedar al borde del ascenso con Estudiantes de Río Cuarto, Nicolás Ferreyra entendió rápido lo que significa llegar a Central: “Sé que vengo a un club enorme que mueve multitudes, hace un par de días que estoy en Rosario y ya la gente me hizo saber que es Central, me pide que deje todo en la cancha. Lo único que espero es estar a la altura de este gran club y a disfrutar la experiencia tan linda que genera la gente“.
El defensor remarcó sus mejores cualidades: “Soy un jugador muy aguerrido, del paladar del hincha de Central, me caracterizo por salir jugando, de chico lo he hecho como volante central pero por la altura me tocó retroceder. No me gusta perder a nada, en la cancha sé que la primera y la última pelota tiene que ser mía y voy a dejar todo para que el equipo esté allá arriba, donde se lo merece“.
El gran nivel mostrado en la Primera Nacional le permitió desembarcar en Arroyito: “Es un gran momento en mi carrera. Venía jugando en Estudiantes de Río Cuarto, por suerte jugué todos los minutos de los partidos post pandemia que siempre es importante para agarrar continuidad, ahora espero plasmarlo acá“.
“Es lindo que te llame un club como este, lo hizo la dirigencia también el Kily (González) quién me comunicó que quería contar conmigo lo que para mí no solo fue un halago sino también un premio por lo que hice en Río Cuarto por eso no pienso desaprovechar esta oportunidad y siento muchas ganas de arrancar“, contó Ferreyra sobre las charlas que lo llevaron a decidir por el Auriazul.
El clásico frente a Newell’s es el gran desafío: “Ya me avisaron los hinchas que en la fecha doce se gana, así se tienen que vivir porque los clásicos se juegan a muerte y se tienen que ganar. Son los partidos que el futbolista quiere jugar porque sé que mueve a la gente y acá se vive como una locura, me tiraré de cabeza en cada pelota para lograr el triunfo“.