Algunas herramientas vinculadas a la robotización, como el uso de vehículos no tripulados, están enfocados en ofrecer ambientes de trabajo más seguros.
El mundo avanza a pasos agigantados y con él nacen y crecen nuevas tecnologías enfocadas, en este caso, en el desarrollo urbano; entendiendo a este rubro como un gran transformador de la sociedad.
Una de las novedades para este año tiene que ver con el uso de robots como herramientas de construcción; los brazos mecánicos de última generación mejoran la eficiencia ayudando en tareas altamente repetitivas y transformando la forma de hacer las cosas.
Otro invento tecnológico que se implementará son los exoesqueletos, una maquinaria que protege a los obreros de sufrir lesiones y reduce las vibraciones; además, fueron probados con éxito en 2019 y se descubrió que estos trajes mecánicos aumentan la productividad.
Por otra parte, las empresas están combinando esta tecnología con maquinaria eléctrica o semi-autónoma para las zonas de construcción, esto permite una operatividad sin demasiadas interrupciones y controla los niveles de contaminación sónica.
El impacto medioambiental de los métodos de construcción y el uso del plástico impulsaron nuevas perspectivas en cuanto al manejo de materiales como la inyección de C02 en concreto para incrementar su fuerza compresiva, el concreto autocurable que contiene bacterias y los edificios cubiertos con dióxido de titanio fotocatalítico.
En relación al plástico, desarrollos recientes están promoviendo el uso de dicho material para aportar materia prima a la impresión 3D de estructuras y componentes para edificar.
Además, crece el auge del pavimento cinético que genera electricidad desde los peatones y la basura plástica también está siendo implementada para la creación de diferentes autovías.
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