Por primera vez desde el inicio de las nevadas el pasado viernes 17 de diciembre, los aeropuertos europeos comenzaron experimentar en las últimas horas una recuperación en su actividad tras una serie de jornadas en las que se cancelaron más de 12 mil vuelos.
Este miércoles fue el día de mejor funcionamiento para las terminales más importantes desde entonces. Frankfurt trabajó casi con normalidad, mientras que el aeropuerto de Londres, con el mayor nivel de tráfico en Europa, pudo habilitar más vuelos y planea operar a dos tercios de su capacidad.
En Francia, las autoridades de la terminal parisina Charles De Gaulle mantienen la cautela y permitirán un movimiento similar ante el alerta que pronostica nuevas nevadas intensas para la víspera de Navidad.
A casi una semana de las complicaciones por la nieve y en el período de mayor tráfico del año, Eurocontrol, la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea, calcula que 1.200.000 personas han sido afectadas por las demoras y las cancelaciones que todavía se registran en la mayoría de los aeropuertos.
Por otra parte, el temporal también ha afectado la economía europea en momentos en los que empieza a haber signos de reactivación en varios países.
En diálogo con la agencia Reuters, el economista jefe de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria alemana, Volker Treier, indicó que la nevada podría terminar contrayendo el crecimiento un 0,5% en el último trimestre de 2010: “Muchos proyectos de la construcción han estado parados y se han cancelado viajes de trabajo. El transporte de mercancías también se vio afectado”.
En lo que hace a las compañías aéreas, los analistas británicos calculan que British Airways ha perdido cerca de 10 millones de euros diarios por las cancelaciones y demoras en sus vuelos, mientras que KLM-Air France también acusaría un déficit total € 15.000.000 y € 20.000.000.
El lunes, el aeropuerto de Bruselas cerró por 48 horas, ya que no había suficiente líquido anticongelante para retirar el hielo de las alas de los aviones. En Inglaterra, la terminal Heathrow comenzó a experimentar los primeros inconvenientes el mismo viernes por la caída de 12 centímetros de nieve en una hora y permaneció cerrado durante todo el sábado.
La baja capacidad operativa no sólo se registró en las líneas aéreas. Las carreteras en Inglaterra y Alemania también se vieron interrumpidas en los últimos días. Por el lado de Eurostar, el tren que une Gran Bretaña con París y Bruselas, el servicio sufrió limitaciones y la actividad normal se retomará con la precaución de que los pasajeros no se presenten en el mostrador hasta una hora antes de la salida.
Ante estos episodios, el vicepresidente y comisario europeo de Transportes, Siim Kallas, consideró que la situación vivida durante la última semana es “inaceptable”, criticó la labor de las operadoras y dijo que podrían intervenir legislativamente: “Si se necesita apoyo de la Comisión Europea en términos de regulación para garantizar un mínimo de servicios en los aeropuertos del área, estoy preparado para avanzar”.