Ordenan a un banco la restitución de $1.000.000 a una clienta por un caso de phishing

La Justicia de Rosario estableció una medida cautelar innovativa a favor de una clienta que fue víctima de phishing en un banco.

En ese marco, ordenó que se le restituya el 50% del dinero que le fuera sustraído.

La denuncia indicaba que se le habían robado cerca de 2 millones y medio de pesos que tenía en su caja de ahorro; por lo que en un primer momento la institución financiera deberá devolverle algo más de un millón de pesos mientras avanza la investigación.  

La medida dictada por el juez Marcelo Quaglia, titular del juzgado Civil y Comercial N° 14 de Rosario, es provisoria. La víctima la solicitó para que le reintegren el dinero sin tener que esperar el transcurso de todo el proceso y el dictado de la sentencia. La damnificada pudo demostrar que su reclamo era verosímil y que la medida no tenía efecto adverso para el banco.

Del mismo modo, comprobó el perjuicio irreparable que podría conllevar la demora en el reconocimiento de su derecho, lo que fundó en el carácter alimentario de los fondos que tenía depositados y su necesidad para gastos postoperatorios de una cirugía. 

Según atendió el magistrado, el banco, al ser la entidad prestadora del servicio y estar a cargo de la implementación de la plataforma electrónica, es responsable por el riesgo que conlleva su uso y no cumplió con la obligación de informar a sus clientes sobre cómo utilizarla correctamente, los riesgos que implica y quien los asume. 

En este sentido, citó que “quien asume los riesgos de la utilización del medio electrónico no puede ser otro que el proveedor, que es quien ha generado el riesgo al ofrecer sus productos y servicios a través de plataformas, aplicaciones, dispositivos o canales de dicha naturaleza”.

¿Qué es el phishing?

Según el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, la palabra phishing quiere decir suplantación de identidad, y trata de una técnica de ingeniería social que usan los ciberdelincuentes para obtener información confidencial de los usuarios de forma fraudulenta y así apropiarse de la identidad de esas personas.

Los ciberdelincuentes envían correos electrónicos falsos como anzuelo para “pescar” contraseñas y datos personales valiosos.