Con el objetivo de brindar una nueva herramienta de gestión, que apoye a todas las organizaciones en la incorporación de la sostenibilidad y la responsabilidad social, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) firmó un acuerdo con el equipo técnico y docente de la Maestría en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de las Facultades de Ciencias Económicas y Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo, Mendoza) para el desarrollo de la Guía de Autoevaluación Sostenibilidad Vitivinícola Argentina.
Este trabajo obtuvo el reconocimiento de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y surgió en el marco de la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) al 2030, en el cual se establece la sostenibilidad como uno de los principales ejes a trabajar.
Los cinco principios generales de sostenibilidad que promueve la OIV y que sigue la Guía de Autoevaluación de la Sostenibilidad de la Vitivinicultura Argentina son:
-Un enfoque sostenible que integra los aspectos ambientales, sociales y económicos.
-La vitivinicultura sostenible respeta el ambiente.
-La vitivinicultura sostenible es sensible a los aspectos sociales y culturales.
-La vitivinicultura sostenible pretende mantener la viabilidad económica.
-Las iniciativas sostenibles requieren de una planificación y una evaluación.
“Ante gestiones realizadas personalmente a la OIV por un pedido de colaboración que me realizó el presidente de la COVIAR, José Zuccardi, se logró ser el primer país en aplicar y elaborar la “Guía de Autoevaluación de la Sostenibilidad Vitivinícola”, indicó Martín Hinojosa, presidente el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), ente que es el representante por Argentina ante la OIV.
“Esto se logró gracias al trabajo conjunto y articulado de profesionales interdisciplinarios de COVIAR y la Universidad Nacional de Cuyo, lo cual constituye un ejemplo para toda la industria nacional e internacional”, destacó Hinojosa.
La elaboración de la Guía toma en cuenta las condiciones técnicas, éticas y culturales de las actividades vitivinícolas en el contexto argentino, con sus impactos sociales y ambientales.
La misma contiene una serie de indicadores para cada tipo y tamaño de organización que se vinculan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU; y también se basó en los cinco principios generales plasmados en la “Guía de la OIV de aplicación de los principios de la vitivinicultura sostenible”, un documento internacional que funciona como estándar para aquellas organizaciones del sector que deseen promover y aplicar los principios generales de sostenibilidad.
“Hoy cualquiera de los actores puede autoevaluarse, desde un productor de uvas chico, mediano o grande a una bodega pequeña, pasando por un establecimiento que elabora vinos a granel o hace jugo concentrado de uva. El abanico es grande, porque los distintos actores de la cadena en sus distintos tamaños pueden autoevaluarse con esta Guía totalmente gratuita y de muy fácil acceso”, destacó José Alberto Zuccardi, presidente de COVIAR.
“Este es un muy buen comienzo para instalar la sostenibilidad que surgió como un eje estratégico muy fuerte en la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) al 2030”.
Principales diferencias y aportes
Respecto de otras guías, protocolos o directrices disponibles para el sector vitivinícola en Argentina, la Guía que impulsa COVIAR para la vitivinicultura argentina incluye estos puntos diferenciales:
Indicadores relacionados con la gobernanza y gestión de la sostenibilidad en las organizaciones; con cuestiones de ética, valores e integridad y con los públicos o partes interesadas. Son de utilidad especialmente en las organizaciones grandes y, principalmente, exportadores.
Permite y aporta accesibilidad en la autoevaluación de cualquier organización del sector vitivinícola de forma sencilla y accesible. En este sentido, se considera indispensable vincular los indicadores pertinentes a cada combinación de actividad/tamaño de forma de facilitar la autoevaluación por parte de las organizaciones y también con el objetivo de interpretar mejor su realidad y su contexto.
Es de aplicación multisectorial, en el marco general de la vitivinicultura, pero direcciona cada tipo de actividad a un juego específico de indicadores pertinentes para la misma, incluyendo en algunos casos indicadores específicos.
El enfoque multidimensional del documento se considera más integral y adaptado a la realidad argentina que los de otros instrumentos enfocados predominantemente a la sostenibilidad ambiental.