La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó que la pandemia de coronavirus es “ante todo una amenaza para la salud pública, pero también es, y cada vez más, una amenaza económica”.
El terremoto del COVID-19 “desencadenará una recesión en algunos países y una desaceleración del crecimiento anual global por debajo del 2,5%, a menudo tomado como el umbral de recesión para la economía mundial”, según el último informe de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).
“La crisis del coronavirus es ante todo una amenaza para la salud pública, pero también es, y cada vez más, una amenaza económica (…) El impacto resultante en el ingreso global en comparación con lo que los pronósticos habían proyectado para 2020 será de alrededor del billón de dólares, en el mejor de los casos, y de dos billones, en el peor”, publicó la Unctad en la web de la ONU.
Israel, por ejemplo, endureció las medidas para evitar el contagio de coronavirus restringiendo el ingreso de extranjeros que no puedan garantizarse por sus propios medios una cuarentena durante la estadía en su territorio y estableció 14 días de aislamiento para los nacionales que regresen al país.
La medida estará en vigor durante dos semanas, explicó Netanyahu, quien apuntó a próximas “decisiones para mantener la economía israelí”, según difundió el diario The Jerusalem Post.
Por su parte, todo el territorio italiano fue puesto bajo “zona protegida” ante la expansión del coronavirus y quedaron prohibidos los desplazamientos dentro del país, excepto aquellos motorizados por “necesidades probadas”, se informó oficialmente. En este sentido la caída del consumo provocará efectos todavía inimaginables.
En tanto, España pasó a un escenario de “contención reforzada” en la lucha contra el coronavirus Covid-19 tras elevarse el número de muertos a 29 y superar el millar de contagios. Las autoridades españolas suspendieron las clases en las zonas con mayor números de casos, la Comunidad de Madrid, y dos ciudades del norteño País Vasco.
En tanto, el premier Boris Johnson adelantó que su gobierno se prepara para una fase más rígida del plan para contrarrestar el brote de coronavirus.