Detrás de los relatos en torno a la soberanía contra el FMI se terminan produciendo curiosas paradojas. El actual gobierno termina el 2021 habiendo aumentado la deuda con el mercado y reducido la deuda con el FMI. Esto pasa por la falta de profesionalismo en el tratamiento de los temas públicos.
La afirmación de que el anterior gobierno endeudó y este gobierno desendeuda merece un tratamiento un poco más profesional. Para ello hay solo que ir a la página del Ministerio de Economía y mirar los datos de la deuda pública del Tesoro nacional.
Deuda pública total del Tesoro nacional
En millones de dólares // Diciembre de cada año
Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía
Los datos oficiales son claros y elocuentes. Desde que asumió el actual gobierno, la deuda pública nacional creció en 40 mil millones de dólares.
Cabe aclarar que el gráfico presenta la deuda medida en dólares al tipo de cambio oficial, pero parte de esta deuda está nominada en pesos. En particular, el 68% es deuda nominada en dólares y el 32% en pesos.
En términos de PBI esta deuda se mantiene por encima del 70% del PBI.
De todas formas, es interesante observar también la dinámica de la deuda porque en el 2019 se observa una aparente disminución. En rigor dicha disminución es “aparente” porque lo que pasó se puede explicar con el siguiente gráfico.
Estructura de la deuda pública nacional
En millones de dólares // Diciembre de cada año
Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía
En el año 2019, más precisamente en julio de ese año (luego de las PASO, cuando el oficialismo sufre una fuerte e inesperada derrota), el Tesoro nacional se quedó sin financiamiento de corto plazo (menos de 1 año). Obsérvese que el 2019 empieza con una deuda de corto plazo de 43 mil millones que baja a 22 mil millones de dólares a finales de ese año. La caída se gatilló en julio del 2019 que fue el recordado momento en que el Ministerio de Economía declaró desierta la licitación de Letras de Tesoro e inventó la palabra “reperfilar” para decir eufemísticamente que el Estado entró en default. O sea, no es que el anterior gobierno bajó la deuda. Nadie le quiso prestar, por eso se ve que la deuda baja, pero la necesidad de endeudamiento siempre estuvo presente. Para esto no hay oficialismo ni oposición.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) cubrió la diferencia pasando de 28 mil millones a inicios del 2019 a los renombrados 44 mil millones de dólares. En rigor la ayuda adicional fue de 11 mil millones en abril y 5 mil millones más en julio para responder a la licitación desierta.
Así queda esta historia abierta, con el actual gobierno diciendo que quiere un acuerdo con el Fondo, pero no a costa del pueblo argentino, y mientras extiende la negociación difiriendo el acuerdo la única deuda que se reduce es la del FMI que pasó de 46 mil millones en diciembre del 2020 a 41 mil millones de dólares en diciembre 2021. La razón es que la falta de acuerdo hizo que hubiera que ir pagando vencimientos.
En suma, la deuda que crece es la de corto plazo (las licitaciones de la Tesorería) que creció en 12 mil millones y la de mediano y largo plazo (que crece por acumulación de intereses) que lo hizo en 21 mil millones en el mismo período. Entre ambos conceptos, la deuda pública del Tesoro creció entre diciembre del 2020 y 2021 en 33 mil millones de dólares.
Mientras tanto la deuda que bajó es la del FMI que se redujo en 5 mil millones. Paradojas detrás de los relatos.
¿Qué pasa si no hay acuerdo con el FMI?
El impacto en términos cuantitativos no es grande. Defaultearía el 11% de la deuda (que es la parte de la deuda pública total que corresponde al FMI). Desde el punto de vista político, impediría a los otros organismos internacionales (Banco Mundial, BID, CAF, etc.) seguirle prestando a la Argentina fondos de desarrollo. Estos fondos hoy representan 27 mil millones de dólares que serían un 7% de la deuda pública. La deuda de corto plazo (licitaciones del Tesoro), que es con ahorristas locales en pesos, no se vería muy afectada y representa otros 10% de la deuda pública.
El gran interrogante, entonces, no es con el FMI. Es con el 72% de la deuda de mediano y largo plazo (más de 1 año) que está en el mercado cuando empiece a vencer. El humor de esta deuda es la que mide el riesgo-país, por eso es que está en el orden de los 2.000 puntos.
Si llegara a pasar el hipotético caso de que la Argentina defaultea con el FMI pero cumple con los vencimientos del 72% de la deuda del mercado, hasta podría llegar a tener más financiamiento internacional que cumpliendo con el FMI.
Pero para esto hay que hacer un profundo ordenamiento del Estado en sus tres niveles: nacional, provincial y municipal. Cosa que no está en la cabeza de ningún político argentino (oficialista o de la oposición).
Fuente: LP CONSULTING