Personalidad, carisma, presencia, son algunas de las calificaciones que encajan con Nahuel Guzmán, el ex arquero de Newell’s hoy en Tigres de México; y que en una entrevista con TNT Sports como vive la cuarentena y algo más.
“Estamos en Monterrey, al norte de México cerca de la frontera con EEUU.La estamos llevando bien, van tres semanas y se hace largo, sobre todo para los que tenemos actividades diarias, respetando el aislamiento hay que pensar en los que son vulnerables. A nivel nacional no se ha tomado una medida drástica como en Argentina” comenzó relatando el Patón Guzmán.
El último arquero campeón con el equipo del Parque Independencia no se olvida de los primeros tiempos con la casaca rojinegra: “Fueron momentos muy difíciles, me tocó debutar de joven, a los 19 años, y tuve que estar por detrás de Justo Villar quien para mí fue uno de los mejores arqueros de la historia de Newell’s, había que esperar, surgió de ir a Independiente Rivadavia a jugar el Nacional B y volví con Martino”.
El camino fue largo hasta la titularidad y en la entrevista no deja pasar ningún detalle y analiza su carrera cuando dice que “soy el tercer arquero de la historia de Newell’s con mayor suplencia y uno de los jugadores con más partidos de los últimos 30 años en la reserva, esos números me hacen volver a lo que viví, la paciencia, la constancia, te forja la personalidad”.
SU PASO SELECCIONADO
El “Patón” valora mucho su paso por la selección Argentina: “estuve con tres entrenadores (Martino, Bauza, Sampaoli) de estilos distintos y me siguieron convocando, tiene mucho valor, estuve afuera del mundial, nadie garantiza nada, es cierto que yo no llegaba de la mejor forma como me dijo el técnico, tocó así. Fueron días de incertidumbre”.
Si hay algo que lo distingue al actual jugador de Tigres de México es su costado humano y en este sentido manifiesta que “es gratificante estar en la selección Argentina porque conoces un montón de gente que están detrás de los 22 que juegan y son maravillosos como los ultileros, cocineras, mozos, que te abren la puerta todos los días con una sonrisa y ojalá tenga chances de volver a encontrarlos”.
En febrero de este año hay un hecho que lo marca, su gol para clasificar a otra fase de la Concachampions lo sigue conmoviendo “metí un golazo, tenía una sensación muy mala en ese partido, en el entretiempo nos vamos 3 a 2 y estábamos afuera ante un equipo cerrado que defendía con el corazón, no había chances de hacer un gol y en la última jugada le digo a un compañero “te quedas?” y me dijo “sí, que voy a hacer yo?” y “me quedó el espacio. Cada vez que lo veo me genera una adrenalina”.
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