“Pedro J. Cristía: Proyectando un país desde Rosario”, un material para entender pasado, presente y seguir construyendo

Los MiércoLees de IMPULSO. La historiadora Moira Cristiá se animó a romper las barreras académicas para crear una biografía poco convencional de su abuelo. "Pude hacerle frente a varias contradicciones", comentó.

Una de las grandes personalidades del siglo XX en Rosario fue el dirigente Pedro J. Cristiá quien, además de ser ingeniero civil e intelectual, desarrolló diversos proyectos encarnando el discurso progresista de su época, mayormente por medio de actividades colectivas.

A pesar de su gran labor, poco se sabe de su persona y su legado, por lo que la historiadora e investigadora de CONICET Moira Cristiá, su propia nieta -que no llegó a conocerlo ya que el dirigente falleció antes de que ella naciera-, tomó sus conocimientos académicos para adentrarse en la historia de su propia familia, escribiendo así el primer volumen sobre Pedro, sus trabajos y proyectos. Pedro J. Cristiá: Proyectando un futuro desde Rosario” (Homo Sapiens, 2022), ya se encuentra disponible en forma física o digital.

EL INGENIERO PEDRO CRISTIÁ

Primer hijo nacido en Rosario de la familia catalana, Pedro (1911-1973) se desempeñó como ingeniero civil e intelectual. Entre sus obras construidas se destacan el Estadio Norte, fundación de escuelas, la colaboración para crear el Hospital de Niños de Zona Norte y elaborar un proyecto de subterráneos para Rosario. Entre 1968 y 1970 se desempeñó, además, como presidente de la Confederación General Económica (CGE).

El Ingeniero Pedro J. Cristiá desarrolló un gran número de proyectos pensando en el futuro de Rosario y la nación.

RECONSTRUIR UN LEGADO PARA PENSAR UN FUTURO

Aunque está centrado en una vida, este libro también trata de una generación, de colectivos e instituciones de la ciudad de Rosario entre las décadas del ’30 y del ’70. La investigación apela a quienes hoy intervienen activamente en la vida social, en la construcción de políticas públicas o en el impulso de proyectos colectivos, tanto en lo que respecta a nuestra ciudad como más allá de ella“, se expresa en el comunicado de prensa.

Luego de regresar a Argentina en 2016 tras su paso por Francia, Moira intentó empezar a reunir información para escribir algo sobre su propio abuelo. “Notaba que había un silencio social, un olvido. Pero no sólo de mi abuelo en particular, sino de una serie de experiencias y colectivos donde él participó, que cuando uno googleaba su nombre no encontraba prácticamente nada más allá de la escuela que lleva su nombre porque él la fundó”, le contó a IMPULSO.

Y agregó: “A mis 16 años me puse a catalogar su biblioteca enorme, que sigue existiendo, y me fui encontrando con sus libros. Esa fue una referencia y el despertar de una serie de interrogantes por saber quién era él. Sabía que había hecho muchas cosas y a su vez que estaba ausente en el ámbito que todos consultamos, que es internet.

De este modo y junto al impulso de su hermano, en 2018 empezó a entrevistar a gente que lo conoció y a acopiar archivos más allá de sus propios libros y producciones. “Incluso, tomé contacto con los archivos vinculados a la CGE que están en Buenos Aires”, destacó..

Pandemia mediante, el proyecto de libro cobró tal protagonismo que tuvo su gran desarrollo en medio del confinamiento a raíz de la suspensión de cualquier otra actividad que irrumpiera en la agenda de la historiadora. A su vez, lejos del lenguaje académico, Moira se adentró en las profundidades de la narración para contar sobre su abuelo desde sus propios estudios, pero con la cercanía y familiaridad que la situación convoca.

Mi inquietud siempre fue tratar de hacer un libro que no sirviera solamente para un círculo cercano, sino que se recuperen experiencias para otras personas que hoy en día se ocupan de la vida social o se interesan, para pensar su vigencia y pensar a Rosario hoy, proyectando también a futuro, destacó.

Sobre el título, la autora detalló la intencionalidad del mismo, el presente continuo y la serie de fotogramas que ilustran a la perfección la labor de Pedro, a quién por momentos despoja de su rol de ingeniero para volverlo a traer a la calidez y familiaridad: “Hay un pensamiento pujante muy fuerte en él, todo el tiempo construía con otras personas en distintos ámbitos, y es importante tomar esto como herramienta para cuestionar la situación actual del país y proyectar hacia adelante“.

EL DESAFÍO DE LA RECONSTRUCCIÓN

Al principio no quería ser yo quien escriba el libro“, sentenció la autora. Y agregó: “El hecho de esta doble pertenencia, ya que soy miembro de la familia pero también historiadora, hacía que me cueste hacer convivir mi posicionamiento personal con mi lectura distanciada. Finalmente, me di cuenta que podía ser algo que potenciar la llegada del libro, que convivan así ambos relatos”.

Por otra parte, se suman las voces de quienes lo conocieron, a través de citas textuales que enriquecen aun más el texto: “Recupero mucho el lugar afectivo desde el que cada uno fue hablando, sus expresiones, y también los documentos de la época que hablan por sí mismos sobre quién fue Pedro”.

A su vez, lejos de confeccionar una biografía cronológica, la autora se aventuró en otras formas de construcción alejándose también de lo típico que “ensalsa las figuras”. En tal sentido, expresó: Quise desde el inicio mostrar su humanidad, y por eso me fue importante recuperar sus contradicciones, sus ‘debilidades’, sus aspectos poco positivos”.

Y añadió: “De esa forma, ese aura o espectro que yo tenía como figura familiar, a medida que iba investigando se fue nutriendo de un montón de elementos y aristas. Nunca toma una forma totalmente nítida o definida. Va tomando texturas, dimensiones, sin dejar de ser una representación espectral”.

Por tal motivo, y con el transporte como una de sus principales preocupaciones a las que respondía mediante la planificación y la acción colectiva constante, la selección de fotogramas para ilustrar la tapa del libro acompaña esta moción. “También, en ese sentido, quería salir de la portada típica de las biografías que suele ser un retrato posado”.

LA AUTORA

Moira Cristiá es investigadora adjunta de CONICET en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires. Es profesora de Historia por la Universidad Nacional de Rosario, Magister y Doctora en Historia y Civilizaciones por l’École des Hautes études en Sciences Sociales de París. Ejerció tareas de docencia e investigación en Francia, en la Universidad de Bretaña del Sur y en la Universidad de París 3 Sorbonne-Nouvelle, siendo a su vez colaboradora científica del Institut d’Histoire du Temps Présent (CNRS).

Entre sus publicaciones, se encuentra “Imaginaire péroniste. Esthétique d’un discours politique (1966-1976)” (Presses Universitaires de Rennes, 2016), y “AIDA: una historia de solidaridad artística transnacional (1979-1985)” (Imago Mundi, 2021).

MATERIAL EN MANO

Con libro en mano, editado por Homo Sapiens, la autora refirió: “En términos personales, fue hacerle frente a ciertas contradicciones, al pudor de escribir sobre algo que me vincule, porque como historiadores hablamos de objetos que no nos pertenecen y podemos tomar una distancia. Tuve que asumir y abrazar esa incomodidad”.

Y concluyó: “Terminé resignando determinadas cosas, entregué el material final sabiendo que quedaron cabos sueltos, pero sabiendo que son posibilidades de nuevos materiales. Me quedé con lo posible y no con lo ideal, hay algo de duelo en eso, pero quería realmente que esto salga a la luz y estoy muy feliz”.

FICHA TÉCNICA

Pedro J. Cristiá: Proyectando un país desde Rosario“.

Editorial: Homo Sapiens.

Año de publicación: 2021

Precio: $1650.-