Es más, no se alcanzará lo mismo si estas no se ponen en práctica. Si se tiene alguna experiencia creando empresas en Internet, se debe saber lo difícil que es ganar dinero con ventas tras el uso de la publicidad.
Tener una presencia en línea es insuficiente. Sin embargo, un flujo constante de visitantes a un sitio web puede ser el primer paso para la rentabilidad. Los usuarios de este portal son, entonces, conscientes de su existencia, del valor que ofrece y de la alta calidad de su contenido. Además, gracias a las campañas de publicidad online se informa continuamente de lo nuevo en correos electrónicos, comentarios en blogs y plataformas de redes sociales.
¿Cómo afectan las palabras en el poder de persuasión?
Cuando se habla del lenguaje que se necesita para crear campañas publicitarias persuasivas se está abordando el uso de palabras que despiertan emociones y que forman parte de las universales humanas.
No importa si es en Corea, Argentina, Canadá o la República Checa, por muy diversas que sean las culturas, los grupos étnicos y las religiones, los seres humanos tienen similares emociones: hacen amigos, se enamoran, quiere lograr un determinado puesto de trabajo, aprender un oficio o profesión, tener una mejor casa o coche, salir de vacaciones y tener una vida satisfactoria.
De eso se trata justamente la persuasión dentro de la publicidad. Para ello, se puede usar la muy conocida pirámide de Maslow para enfocar una campaña publicitaria sin importar si es online o tradicional o de marketing offline.
¿Cómo usar la pirámide de Maslow en las campañas de publicidad?
La gestión de la Pirámide de Maslow o lo que esta significa se explica como una priorización o estratificación racional de las demandas en relación con el cliente.
Primero se deben satisfacer los deseos más fundamentales, antes de poder cumplir las necesidades situadas más arriba en la jerarquía.
Esta pirámide se desarrolló para examinar la motivación de compra del cliente en función de varios tipos de necesidades.
Todas los requerimientos humanos fueron clasificadas por Abraham Maslow en 5 niveles:
- Fisiológicas: entre otras, sueño, hidratación y alimentación.
- Seguridad: incluye una vida familiar estable, un empleo seguro, etc.
- Afiliación: el amor, la interacción, el impulso de conectar, la pertenencia a un grupo social, etc. son ejemplos de esta etapa.
- Reconocimiento: se refiere a sentirse querido por los demás y por uno mismo.
- Autorrealización: incluye, entre otras cosas, alcanzar metas, superar retos y lograr objetivos para una vida plena.
En este sentido, las campañas publicitarias pueden echar mano de cada etapa para los diversos públicos que existen en un mercado y en función de lo que necesiten.
La publicidad se enfoca, entonces, en esas necesidades y en cómo un producto o servicio (que es el objetivo de venta de la campaña publicitaria) satisface esa necesidad dependiendo de la naturaleza de la misma.
Para ejemplificar se puede mencionar la venta de un condominio. La publicidad puede estar enfocada a satisfacer la necesidad de seguridad de tener una vivienda propia para resguardarse y afianzar los lazos de afiliación con los seres queridos.
Ahora bien, si el piso está ubicado en un barrio muy exclusivo y costoso de la ciudad, la publicidad también se puede enfocar en las necesidades de reconocimiento y autorrealización.
La persuasión: ¿cómo se logra?
Se puede entender muy bien la pirámide de Maslow y cómo enfocar esta a la publicidad, pero otra cosa muy diferente es concretar o materializar la venta de un bien o servicio con tan solo comprender esto.
Por lo tanto, hace falta implementar ciertas estrategias de persuasión:
Cada mensaje para su público
Cada texto de cada anuncio publicitario para la plataforma que sea, es decir, online o offline, debe estar escrito y redactado para el público o cliente potencial que lo debe recibir.
Aunque esto no es exactamente una táctica en sí misma, ayudará a aplicar técnicas o formas persuasivas con mayor eficacia en los textos de un sitio web, blog o campaña de marketing por correo electrónico.
También sirve para cualquier otra plataforma tradicional como folletos, afiches, mensajes de radio o TV o enormes vallas en la autopista.
Los blogueros y webmasters cometen con frecuencia el error de escribir contenidos principalmente para sí mismos, lo que va contra toda lógica. El objetivo es siempre aportar valor y dirigirse al público estratificado.
Crear compromise
Hacer una promesa que no se va a poder cumplir es un error bastante típico en campañas de persuasión. Sin duda, la credibilidad se resentirá como consecuencia de ello, y los usuarios pueden dejar de seguir a una empresa que anuncia aquello que no proporciona.
Si se trata de campañas por correo electrónico posiblemente puedan darse de baja. Además, se puede conseguir una reputación online negativa y comentarios desfavorables. Y en última instancia, esto podría ser fatal para la empresa.
Hay que mantener la palabra cuando se hace una promesa. ¿Por qué será fiel un público si quien dice satisfacer una necesidad no es fiel a sus propias promesas?
La escasez
Una de las estrategias actuales de mayor éxito es la que se centra en la escasez. Sin excepción, hay escasez para todos.
Cada persona que busca información en Internet en realidad lo hace porque tiene una necesidad y cuanto antes pueda satisfacerla, mucho mejor.
Este es un factor que se debe tener siempre presente si se quiere comercializar con éxito cualquier producto o servicio.
Esta táctica de persuasión consiste en demostrar a un público determinado que el bien o servicio que se necesita es difícil de encontrar en la mayoría de las empresas y que quien anuncia puede proporcionársela y con valor añadido en comparación con la competencia.
Es casi seguro que los usuarios buscarán más información para confirmar esta opción anunciada. Con esto determinarán si la que necesitan, es realmente la que vieron.
Además, se podrá eliminar a la competencia y se tendrá oportunidades adicionales de impulsar las ventas.
La autoridad
Esta es una de las mejores técnicas de persuasión que existen. Se basa en la potestad que tiene alguien para opinar o recomendar algo.
Por ejemplo, si se trata de ropa deportiva, la mejor estrella del fútbol mundial o de baloncesto de la NBA pueden ser los mejores para decir si una marca es buena para el ejercicio físico.
Lo mismo ocurre con un suplemento nutricional. La autoridad en este sentido serían los médicos, científicos o nutriólogos.