La aceleración en la adopción de los pagos electrónicos en detrimento del uso de efectivo constituye una tendencia global. Con independencia del nivel de ingreso, los países están experimentando una sustancial digitalización de sus pagos y menores extracciones de efectivo. Los medios de pago electrónicos (MPE) cumplen un rol clave de la inclusión financiera de las personas, dado que conforman la puerta de entrada al sistema financiero.
En Chile y en Uruguay, y todavía en algunos países desarrollados, todavía reciben pagos en efectivos, pero en otros, como en los nórdicos, directamente tienen una política deliberada de erradicar los pagos en efectivo. Están muy cerca de que todo el sistema de pago sea con dinero electrónico o digital.
Argentina se enmarca en este comportamiento y evidencia un claro avance de los medios de pago electrónicos (MPE) sobre el Producto Interno Bruto (PIB) (76,6% para el segundo trimestre de 2023 vs. 58,2% para el mismo periodo de 2022). Los MPE muestran un continuo y elevado crecimiento, donde la cantidad de operaciones por adulto alcanzó un valor y una tasa de variación récord durante el primer semestre de 2023. Esta tendencia abarca a todos los instrumentos de pago electrónicos, dado que cada uno de ellos registró aumentos sostenidos en el número de transacciones por adulto, en mayor o menor medida.
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
No obstante, el país está rezagado en cuanto a sistemas de pago, encontrándose en una situación que podría considerarse anticuada y retrocediendo hacia formas de pago más primitivas. Cuando un cliente utiliza una tarjeta de débito, los comerciantes suelen mostrar desagrado; si el cliente utiliza una tarjeta de crédito, los comerciantes reaccionan con sorpresa o incluso desconfianza; y si el cliente intenta pagar con el celular, los comerciantes prefieren solo aceptar transferencias bancarias. En este contexto, el método de pago preferido por los comerciantes sigue siendo el efectivo.
¿Cuáles son las razones por las cuales Argentina está retrocediendo en términos de sistemas de pago?
La situación en Argentina en cuanto a los sistemas de pago se ve afectada por múltiples factores que contribuyen a su retroceso hacia métodos de pago más antiguos. A continuación se detallan algunas de las razones principales:
Comisiones de los operadores del sistema de pago: Tanto los bancos, en el caso de las tarjetas de débito y crédito, como las fintechs, en el caso de las billeteras virtuales, cobran comisiones por cada transacción. Estas comisiones pueden ser percibidas como altas por parte de los comerciantes.
Demoras en los pagos: En una economía inflacionaria como la argentina, las demoras en la acreditación de los pagos pueden significar pérdidas para los comerciantes, especialmente si se trata de demoras de días o incluso semanas.
Después, el Estado nacional impone retenciones de IVA y Ganancias. Sin embargo, son los Estados provinciales los que realmente obstaculizan la aceptación de pagos electrónicos o digitales al aplicar retenciones del impuesto a los Ingresos Brutos de manera excesivamente gravosa.
Este gravamen se agrava porque, ante una misma transacción, se aplican dos retenciones de Ingresos Brutos. Una ocurre cuando el comerciante realiza la transacción con tarjeta de crédito (conocido como el sistema de retención SIRTAC), y la otra cuando el banco acredita el pago realizado con tarjeta de crédito (denominado sistema SIRCREB).
Además, cualquier provincia puede requerir a los bancos que apliquen retenciones a comerciantes que nunca han operado en esa provincia. Es posible que un comerciante sufra una retención por Ingresos Brutos de una provincia en la que nunca ha vendido, simplemente porque uno de sus clientes está inscrito en esa provincia.
Como resultado, el cobro de una venta con tarjeta de débito tiene un costo adicional debido a la retención bancaria (SIRCREB), mientras que el costo asociado con el uso de tarjeta de crédito es aún mayor debido a la demora en el pago y la doble retención (SIRTEC y SIRCREB).
Fuente: IDESA en base a Ministerio de Economía
Esta es la razón por la cual los comerciantes muestran disgusto cuando se realiza un pago con tarjeta de débito y reaccionan aún peor cuando se utiliza una tarjeta de crédito.
Este escenario explica por qué los comerciantes aceptan billeteras virtuales solo con transferencia. La transferencia no se considera un medio de pago, a diferencia de los pagos realizados con códigos QR. Con los códigos QR se aplican retenciones, mientras que las transferencias no están sujetas a retenciones.
Esta práctica abusiva, tanto por parte del Estado nacional como de los Estados provinciales, que utilizan el sistema bancario, las tarjetas de débito y crédito, y las billeteras virtuales como mecanismos de recaudación adelantada de impuestos, conduce a que los comercios se especialicen en el cobro en efectivo o con “transferencia” desde billeteras virtuales, que están libres de retenciones impositivas al no considerarse un medio de pago.
La solución: prohibir todas las retenciones y unificar IVA con Ingresos Brutos
El objetivo debería ser garantizar que el sistema de pagos no sea utilizado como un mecanismo de recaudación adelantada de impuestos por parte de ninguna entidad. Para lograr esto, sería necesario establecer explícitamente qué bancos, tarjetas de crédito y billeteras virtuales no pueden ser obligados a aplicar retenciones de impuestos.
Para que esta propuesta sea atractiva para las provincias, además de prohibir las retenciones bancarias, es crucial que la AFIP celebre convenios de colaboración con las provincias para integrar la recaudación del IVA con el Impuesto a los Ingresos Brutos.
Este sistema de cobro integrado es operativamente viable y permitiría mejorar significativamente los niveles de cumplimiento tributario, ya que sin retenciones se fomentaría el uso masivo del dinero digital. Con un mayor uso de dinero digital, tanto la AFIP como las provincias tendrían acceso a una mejor información sobre los pagos, lo que permitiría ampliar la base imponible tanto del IVA como de Ingresos Brutos.
El Gobierno Nacional debe eliminar definitivamente las retenciones impositivas en el sistema nacional de pagos, fomentando así el uso masivo del dinero electrónico y digital.
De esta manera, Argentina dejaría de retroceder hacia la prehistoria y comenzaría a avanzar hacia la modernización en materia de sistemas de pago.
Fuente: LP CONSULTING