Aunque la tecnología Blockchain, en conjunto con las criptomonedas, está diseñada para funcionar como herramienta descentralizada, lo cierto es que existen muchos países que estarían tratando de convertirse en “sedes” para el desarrollo de esta forma de innovación. Por muchos años, uno de los países más importantes para este mercado fue China, sin embargo, la situación habría tomado un giro drástico.
Luego de que el gobierno del gigante asiático decidiera ilegalizar por completo cualquier actividad relacionada al mercado de las criptomonedas, Estados Unidos comenzó a ganar popularidad como la economía más abierta para el desarrollo de actividades financieras que utilizaran esta tecnología, y estos activos, como protagonistas.
La salida de la competencia
En principio, muchos países con gobiernos que luchan por mantener una apariencia de legitimidad, como Irán, China, Rusia y Venezuela, comenzaron a utilizar estos activos para escapar de las sanciones financieras por las grandes alianzas democráticas del planeta. Una situación muy similar se estaría viviendo actualmente en El Salvador.
Si bien esto funcionó por muchos años, la incapacidad de estos gobernantes de mantener un control generalizado de la economía a través de las criptomonedas hizo que varios países comenzaran a distanciarse de la tecnología. China fue solo el ejemplo más reciente, sin embargo, la posibilidad de que otros en la lista lo sigan es alta.
Una legislación más abierta
Estados Unidos, aunque no fue una economía muy abierta hacia esta tecnología, siempre se mantuvo al margen de la innovación, permitiendo que las empresas siguieran desarrollando nuevas alternativas financieras capaces de cambiar la forma en la que se maneja este mercado. A medida que pasaban los años, más desarrolladores del mundo se mudaron al país para invertir en el mercado.
La atracción de capitales interesados en las criptomonedas, que creció con medidas como las tomadas por el gobierno chino, fue incentivando a la creación de leyes mucho más abiertas que no solo permitieran operar con estos activos con pocas limitaciones, sino también brindando protección especial a las empresas que explotaran el mercado.
Decisiones como la tomada por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), de no prohibir las criptomonedas, y los proyectos de ley 4.474 y 1.576 de la Cámara de Representantes de Texas, creando un grupo de trabajo para el desarrollo de la tecnología Blockchain así como un código comercial, son solo algunos ejemplos de la disposición de Estados Unidos por potenciar el mercado.
Un futuro brillante
Para muchos esto sería apenas el comienzo ya que, aunque diferentes cuerpos gubernamentales han anunciado que sigue siendo necesario crear regulaciones que faciliten el control sobre el mercado, la adopción de criptomonedas seguiría creciendo con cada mes que pasa, fenómeno que demuestra la popularización de esta tecnología en el país.
No solo es positivo para las empresas, sino también para los pequeños y medianos inversionistas debido a que surgen mayores oportunidades para generar ingresos. Desde exchanges y servicios de corretaje, hasta bots de inversión y plataformas de inversión en derivados como Inmediate Edge, cada inversionista tendría una opción que se adapte a sus necesidades.
Es posible no solo ver grandes empresarios y fondos de inversión adentrándose en este mercado, sino también legisladores mostrando su apoyo a la tecnología a través de inversiones públicas, algo que puede ser visto como una señal de confianza de parte de los gobiernos locales hacia la adopción de la innovación financiera.
Aunque el desarrollo de leyes en Estados Unidos depende de muchos sectores, haciendo impredecible conocer de antemano qué tipo de regulaciones se desarrollarán en los próximos años, todo parece indicar que el país norteamericano estaría dando pasos importantes hacia la masificación de las criptomonedas.