La Fundación Huésped, la Asociación Ciclo Positivo, la Fundación GEP y otras entidades participaron de la presentación de un proyecto de ley de la diputada nacional Gisela Marziotta (Frente de Todos) para declarar el 12 de agosto Día de la VIHsibilidad de los Derechos de las Personas con VIH, en reconocimiento a la memoria de Roberto Jáuregui, periodista y activista por los derechos humanos.
Jáuregui, que nació el 12 de agosto de 1960 y falleció en 1994, fue impulsor en Argentina de la lucha por los derechos de las personas que viven con VIH, sobre todo a partir de sus intervenciones en la televisión abierta.
Encabezaron la videoconferencia Lucas Fauno y Matías Muñoz, de Ciclo Positivo, y el médico Pedro Cahn, de la Fundación Huésped. Marziotta no intervino porque dio positivo en coronavirus, pero hizo llegar un mensaje a través de la activista trans Paula Arraigada.
Destacó el “homenajear a quienes dejaron su vida para que muchos tengan una vida saludable con mucha dignidad en un momento en que se cuenta con un Estado presente”.
Dijo también que “el proyecto no solo homenajea a Roberto Jáuregui y busca visibilizar los derechos de las personas con VIH, sino que busca, además, crear un plan sistemático de capacitación para los equipos de salud”.
“Es importante el tema de las campañas en los medios públicos, que seguro hacen falta, y que se involucre a la temática en la educación a partir de la incorporación en la actualización de los programas“, remarcó.
Cahn calificó al de hoy como “un día muy especial” para los que tuvieron “la posibilidad de conocer a Roberto Jáuregui”.
“Recuerdo el título de una nota que escribió en la contratapa de Página 12, titulada ‘Soy Roberto Jáuregui, tengo Sida’; y su ingreso a nuestra fundación, que cambió la historia para siempre porque nos dio la mirada de alguien que convivía con el VIH”.
Agregó que “Roberto acuñó aquella frase, ‘estemos aquí para el día de la cura’; aunque a él no le llegó, pero hoy tenemos tratamientos efectivos: El espíritu de Roberto sigue con nosotros, y se refleja en nuestra política de incorporar a la fundación personas con VIH, o personas discriminadas, como los trans”.
Muñoz relató: “Desde que me lo detectaron (VIH) hasta que pude decirlo pasó mucho tiempo. Primero lo decía muy bajito, con un entorno muy cercano, y después, con la organización Rajap, con la que me formé y crecí como activista y como militante”.
“Fue un proceso muy costoso y muy duro, tres años me costó decirlo abiertamente”, dijo, y consideró “muy importante” poder contar con nuevas herramientas para la visibilización.
Para Fauno “no tienen nada en común sida y Covid, porque cuando empezaba el sida ninguna bolsa del mundo quebró, ningún presidente hizo cadena nacional y ningún Estado respondió”.
“Eso no pasaba porque los que estábamos muriendo éramos putos, estábamos muriendo no solo por causas relacionadas a la enfermedad, sino por crímenes de odio”, añadió.
Y se preguntó: “¿Como hubiese sido nuestra realidad si al comienzo de las infecciones de sida se respondía como con el Covid?”
El activista LGBTI Gustavo Pecoraro consideró que “este proyecto de ley promovido por Gisela Marziotta se convierte en un acto de amor”, hizo un repaso de la trayectoria de Jáuregui y afirmó que “él sabía que el sida venía por todes”.
“Fue un activista que se animó a silenciar por un rato a Mirtha Legrand, a sentarse en el living de Susana Giménez o a abrazarse con Mariano Grondona para dar el mensaje”.
El jefe del bloque de diputados de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, expresó: “Felicito el trabajo que hace Ciclo Positivo, que tiene un claro compromiso en este sentido, y agradezco a Gisela que me dio la posibilidad de ser cofirmante de este proyecto”, dijo.
“Instaurar el día de la visibilidad de personas con VIH es muy importante, además de que el proyecto contempla las actividades de los que son trabajadores de la salud y de manera muy interesante la incorporación a la currícula en distintos niveles de la educación”, dijo.
La diputada y ex gobernadora de Catamarca Lucia Corpacci (FdT) desde su visión de médica, enfatizó: “Cómo no voy a adherir a este proyecto, si estuve trabajando en el Hospital Muñiz cuando comenzó la pandemia de VIH”.
“Jáuregui llevaba las voces de las necesidades que tenían. Yo tendría 22 o 23 años y los pacientes eran más o menos de esa edad; por lo que veíamos que todos los días perdíamos jóvenes iguales que nosotros, y allí aprendí a entender al otro”, recordó.
Fuente: Télam