La planta tendrá un plazo de construcción de 36 meses y al ser multiplataforma "está prevista la producción de vacunas para varias enfermedades" dijo Pascual Fidelio, director del Anlis Malbrán.
Una planta multiplataforma de producción de vacunas que siga todo el proceso de elaboración, desde la búsqueda de la droga hasta el envasado, funcionará en forma anexa al Instituto Nacional de Enfermedades Virales Julián Maiztegui, en la localidad bonaerense de Pergamino, con el fin de lograr la producción de inmunizantes sin depender de otros países como ocurrió durante la pandemia.
La planta tendrá un plazo de construcción de 36 meses y al ser multiplataforma “está prevista la producción de vacunas para varias enfermedades” dijo a Télam Pascual Fidelio, director del Anlis Malbrán, quien señaló que se realizará en el Maiztegui “para aprovechar la experiencia que existe allí por la producción de la vacuna contra la fiebre hemorrágica”.
“Es un proyecto que venimos elaborando desde hace varios meses con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, para saber dónde nos convenía invertir estratégicamente para la producción propia de vacunas que sirvan para varias enfermedades, como puede ser Covid o fiebre amarilla”, indicó el director de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis) Malbrán que depende del Ministerio de Salud.
Fidelio destacó que se decidió invertir 1.000 millones de pesos, de los cuales 600 aportará la cartera de Ciencia y 400 la de Salud, para que en un plazo de 18 meses esté lista la obra física y en otros 18 meses se terminen de instalar todos los equipos necesarios para la elaboración de varias vacunas.
La experiencia que dejó la pandemia en torno a las vacunas anticovid, con el 10% de los países acaparando el 80% de las dosis, impulsó esta decisión que tiene que ver “con un concepto de soberanía sanitaria”, explicó Fidelio.
El Instituto Julián Maiztegui, que pertenece al Anlis Malbrán, es uno de los 14 centros que están distribuidos en cinco provincias, dedicados a la investigación y al desarrollo de soluciones para la industria farmacéutica en lo que hace a enfermedades.
La particularidad del Instituto Nacional de Enfermedades Virales, creado por Julián Maiztegui para desarrollar allí la vacuna contra la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA), también llamada “Mal de los Rastrojos,” propia del país, es que ya tiene una capacidad instalada y la nueva planta multiplataforma funcionaría como un anexo.
Fidelio remarcó que la vacuna Candid 1, utilizada contra la FHA, “había dejado de producirse en el 2018 y en el 2020 y en el 2021, en plena pandemia, reestablecimos esa producción”, para lo cual se invirtieron 137 millones de pesos. “Tenemos planeado invertir otros 40 millones este año y en el 2023”, añadió.
“Ya tenemos algunas líneas sobre qué enfermedades apuntaríamos para la producción de vacunas, pero debido a la dinámica de estas enfermedades virales y al tipo de patologías, decidimos hacer una planta multiplataforma que abarque la mayor cantidad posible, puede ser contra Covid, fiebre amarilla o también dengue”, detalló el especialista.
La planta de vacunas será la segunda estatal que hay en Argentina, después del instituto Maiztegui, y tendrá un “alto volumen de producción”, según el director del Anlis Malbrán, quien detalló que se podrán producir “vacunas líquidas, cuya elaboración es más sencilla o criogenadas que requieren otro proceso, con cadena de frío y demás”.
Para Fidelio la finalidad es lograr “la sustentabilidad sanitaria” para lo cual no sólo interviene el Ministerio de Salud y el de Ciencia sino también el de la Producción, ya que “lo que vimos es que quien compra y distribuye las vacunas, que es el Ministerio de Salud, estaba disociado de los investigadores que las elaboran, que pertenecen a Ciencia y estos a su vez del que estimula la producción, que es la cartera productiva”.
“La idea es llegar a tener una sustentabilidad sanitaria”, dijo y remarcó que sin embargo “ningún país ha logrado la total independencia en esta materia”.
La ventaja que tenemos también “es que hay muy buen capital humano en nuestros Institutos, muy requeridos por la industria farmacéutica”.
“En el caso de la fiebre hemorrágica -apuntó- profesionales en su momento viajaron a Estados Unidos para aprender como se hacía una vacuna y ahora se elabora y envasa completamente en el Maiztegui”.
El Instituto Maiztegui es referencia de otras enfermedades como dengue o hantavirus y en general de todas las enfermedades de la familia de los arbovirus.
Los profesionales elaboraron la secuencia genómica tanto del Covid como del dengue y del hantavirus y aplican el único tratamiento conocido contra la fiebre hemorrágica que es el suministro de plasma de pacientes ya infectados.
“La producción de la vacuna contra la FHA se detuvo en el 2018, pero tuvimos la suerte de que no hubo muertos porque había stock. Esta enfermedad es típica de la provincia de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y una parte de Santiago del Estero, por lo que la población objetivo también es acotada”, explicó el funcionario.
En este sentido destacó que “con la pandemia hubiéramos tenido un problema sino reactivábamos la producción, la realidad es que al gobierno anterior no le interesó seguir produciendo la vacuna”.
“Ahora con esta proyecto estamos en tratativas con dos de los cuatro proyectos de vacunas argentinas contra el coronavirus, por lo que no descartamos que se puedan elaborar esas vacunas en esta nueva planta”, concluyó Fidelio.