En el marco de las actividades para adultos y adultas mayores "¡Qué grande octubre!", se ofrece un ciclo de charlas sobre deterioro cognitivo. Este jueves 21, nutrición y a fin de mes actividad física.
Durante cuatro jueves consecutivos y en el marco de las actividades de “¡Qué grande octubre!”, la Escuela de Gerontología Municipal organizó un ciclo de charlas abierto a la comunidad y dictado por profesionales de la salud en el Galpón de las Juventudes, en el que se abordarán diversos temas relacionados al deterioro cognitivo.
La primera charla se realizó el 14 de octubre, ocasión en que la doctora Cecilia Molaro expuso acerca del mejoramiento de la reserva cognitiva y cerebral.
En el siguiente encuentro, previsto para el jueves 21 de octubre a las 18 horas, la temática principal será la nutrición para prevenir el deterioro cognitivo y estará a cargo de Silvina Salinas, licenciada en Nutrición, docente de la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano e integrante PSC (Programa de Salud Cerebral) Neuro Rosario.
Sobre la relación entre nutrición y deterioro cognitivo, la nutricionista explica cómo llevar una dieta saludable, qué alimentos son fundamentales para prevenirlo y cuáles son las expectativas a futuro.
¿Puede la alimentación afectar nuestro cerebro?
Sí, no solo la actividad física, la reducción de la presión arterial y la ejercitación directa del cerebro tiene efecto sobre el estado cognitivo y el envejecimiento, también lo que consumimos. Pero no solamente los alimentos tendrán un impacto, sino además el estado nutricional.
Todo déficit nutricional detectado en un paciente con deterioro cognitivo debe tratarse. Pero si lo que queremos es reducir la prevalencia tendremos que intervenir en el sujeto sano. Se ha consolidado la idea de que los factores de riesgo cardiovascular, muy sensibles a la intervención preventiva nutricional, y el estilo de vida se relacionan de forma directa con el desarrollo de deterioro cognitivo y demencia. La relación entre el estado nutricional y el deterioro cognitivo y demencia es recíproca, pero se trata de una interacción muy compleja y de la que todavía no se entienden completamente todos los mecanismos implicados. Algunos estudios realizados en personas de edad muy avanzada muestran que los sujetos con demencia tienen un peor estado nutricional que personas de la misma edad pero que presentan un deterioro cognitivo leve o normal.
¿Cuáles son los grupos de alimentos que no se pueden obviar?
Uno de los patrones dietéticos más estudiados por su posible papel en la prevención de demencias es la dieta mediterránea, caracterizada por un alto consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales, consumo de pescado de forma regular e ingesta moderada de carne y productos lácteos.
También se caracteriza por un consumo moderado de vino tinto y de aceite de oliva (como principal fuente de ácidos grasos insaturados). Estos beneficios se han podido confirmar en diferentes estudios que asocian un consumo de este tipo de dieta con una mejor función cognitiva y con una reducción en el riesgo de Enfermedad de Alzheimer en una población de personas mayores.
Las recomendaciones de Global Council on Brain Health (GCBH, Consejo mundial sobre la salud cerebral) vinculan a ciertos nutrientes, alimentos y patrones alimentarios con mejores resultados cognitivos en adultas y adultos mayores. Los expertos también consideraron una serie de estudios con modelos animales que describen los mecanismos a través de los cuales ciertos patrones alimentarios pueden mejorar o perjudicar la salud cerebral. En particular, las investigaciones sobre el impacto de la dieta mediterránea, la dieta DASH (método dietético para detener la hipertensión) y la dieta MIND (Intervención Mediterránea- DASH para el retraso neurodegenerativo) han proporcionado pruebas críticas sobre cómo la dieta puede afectar potencialmente la salud cerebral. Cada vez más, las investigaciones demuestran que una dieta saludable es crucial para tener una salud cerebral óptima.
¿Cómo llevar adelante en nuestro país una dieta saludable?
El enfoque de una intervención nutricional a partir del seguimiento de una dieta completa o de la ingesta de determinados nutrientes parece particularmente prometedor en la prevención del deterioro cognitivo y la demencia. En nuestro país contamos con las GAPA (Guías Alimentarias para la población argentina). Estas guías son una herramienta de orientación para la población local, que buscan promover una correcta selección y consumo de alimentos. El sentido primario de las guías alimentarias es favorecer la promoción de estilos de vida más saludables y la prevención de problemas de salud relacionados con la dieta de la población desde un enfoque basado en alimentos.
¿Qué perspectivas se tienen a futuro?
El aumento de la esperanza de vida lleva consigo el incremento de enfermedades relacionadas con la edad. Esto hace que el envejecimiento de la población constituya un reto para la medicina, la salud pública y la investigación. Tomando el deterioro cognitivo y la demencia como características del envejecimiento humano, adquiere especial importancia la identificación precoz como herramienta para prevenir la mayoría de enfermedades crónicas y conseguir mantener las funciones cognitivas saludables a medida que se envejece. Desde el punto de vista de la nutrición, es importante valorar el potencial preventivo de la adhesión a una dieta adecuada con el fin de alcanzar un envejecimiento saludable, con beneficios socioeconómicos, individuales y poblacionales.
Otras charlas
El jueves 28 a las 18 horas será el turno de Beneficios de la Actividad Física y sus efectos en las funciones cerebrales a cargo del licenciado en Kinesiología y Fisiatría, Gonzalo Graf.
Finalmente, el jueves 4 de noviembre en el mismo horario se debatirá sobre Depresión y deterioro cognitivo, a cargo del doctor Horacio Gastaldi.
Para más información se puede contactar al teléfono 4802444 (int. 300 o 301) de lunes a viernes de 8 a 14 o enviar un mail a egemur@rosario.gob.ar.
Imágenes: Gentileza Municipalidad de Rosario