El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que no intervendrá en caso de que se produzca un estallido de desobediencia civil contra las cuarentenas impuestas por los gobernadores ante el colapso sanitario, a la vez que reconoció que es “poco” el nuevo auxilio de emergencia de 52 dólares mensuales por cuatro meses que entregará a casi 40 millones de personas de baja renta.
El líder ultraderechista hizo la declaración para explicar un pedido realizado ante el Supremo Tribunal Federal, la corte máxima del país, para que sea declarado ilegal el toque de queda nocturno decretado por los gobernadores de Brasilia, Bahía y Río Grande do Sul como parte de las cuarentenas, a las cuales se opone.
“Mi Ejército no va a salir a la calle para cumplir decretos (de cuarentena) de los gobernadores. Si el pueblo decide entrar en desobedienciai civil, no les entregaré el Ejército ni por orden del Papa“, amenazó a seguidores en la puerta del Palacio de la Alvorada.
Bolsonaro comparó a las cuarentenas con “dictaduras“ y pronosticó “situaciones de caos” provocada por “el hambre y la falta de empleo que ya está sintiendo el pueblo por esta idea de cerrar todo“. En un momento, comenzó a amenazar con “acciones duras” a los gobernadores que insistan en las cuarentenas.
“Me culpan a mí como si fuera insensible frente a las muertes pero el hambre también mata, la depresión que causa suicidios en Brasil. ¿Dónde iremos a parar? ¿Será que la población está preparada para una acción del gobierno federal frente a eso? Pueden ser medidas duras. Para darle libertad al pueblo y para darle derecho al pueblo de ir a trabajar y eso no es dictadura, el terreno para una dictadura es justamente el hambre y la miseria“, afirmó.
En este sentido, agregó, sin detallar: “Me gustaría que no llegara ese momento, pero terminará llegando“.
Télam