Argentina enfrenta actualmente el riesgo de desarrollar la denominada ‘enfermedad holandesa’, un fenómeno económico asociado a un exceso de ingreso de divisas que provoca la apreciación de la moneda local. Este fenómeno reduce la competitividad de las exportaciones al encarecer sus precios en el mercado internacional, mientras abarata las importaciones, desplazando la producción nacional en sectores menos competitivos. Estas dinámicas generan presiones sobre las industrias locales, afectando su capacidad para sostener la producción y el empleo, y contribuyendo al surgimiento de desequilibrios macroeconómicos
Las políticas implementadas por el gobierno, como el blanqueo fiscal, los incentivos del régimen del RIGI para atraer inversiones en sectores estratégicos como minería y energía, y la alta competitividad del sector agroexportador, se combinan con un tipo de cambio apreciado que podría generar desequilibrios. Estas dinámicas económicas podrían afectar negativamente a industrias menos competitivas, reduciendo su capacidad de generar empleo y acentuando la concentración económica en sectores específicos.
En este contexto, los efectos potenciales sobre el mercado laboral representan un desafío significativo, poniendo en riesgo la sostenibilidad del empleo y la estabilidad económica a mediano y largo plazo.
¿Qué áreas económicas son las principales generadoras de empleo en Argentina?
Según los datos proporcionados por la Secretaría de Trabajo, los sectores más competitivos en términos de generación de divisas, como el agro, la minería, la energía y los servicios basados en el conocimiento, solo representan el 10% del empleo asalariado registrado en el sector privado. En contraste, la industria y la construcción concentran el 25% de los empleos, mientras que el comercio y los servicios explican el 65% restante.
Fuente: LP CONSULTING en base a Secretaría de Trabajo
Estos datos evidencian que solo 1 de cada 10 empleos formales proviene de los sectores altamente competitivos, mientras que los sectores menos competitivos sostienen 9 de cada 10 empleos. Aunque los sectores exportadores generan cierta demanda en otras áreas de la economía, su capacidad de generar empleo directo es limitada.
En este contexto, un tipo de cambio atrasado no solo afecta la competitividad de estos sectores, sino que también agrava los problemas laborales en las áreas más intensivas en mano de obra. Cuando el empleo formal se ve afectado, las consecuencias sociales son profundas. Sin empleo de calidad, las familias pierden la capacidad de planificar a largo plazo, acceder a servicios básicos y mejorar su calidad de vida, lo que contribuye a la perpetuación de las desigualdades sociales.
¿Qué hace que la devaluación no sea una respuesta adecuada a los desafíos económicos?
A lo largo de su historia, Argentina ha experimentado múltiples devaluaciones de su moneda, cuyas consecuencias no se limitan al corto plazo, sino que han contribuido al empobrecimiento general del país.
Para evitar caer en los mismos errores, es fundamental abordar con urgencia y de manera integral las propuestas contenidas en el Acta de Mayo. Es esencial llevar a cabo reformas estructurales que sean sostenibles y que favorezcan a los sectores menos competitivos de la economía, los cuales son los principales generadores de empleo.
En el ámbito tributario, el Acta de Mayo propone una simplificación sustancial al integrar el impuesto sobre los ingresos brutos y las tasas municipales con el IVA. Esta reforma incrementaría considerablemente la competitividad de diversos sectores, proporcionando mayor seguridad jurídica y reduciendo los costos administrativos. Además, es fundamental avanzar hacia un nuevo acuerdo de coordinación tributaria entre la Nación y las provincias, con el fin de transformar el sistema impositivo argentino en un motor eficiente que impulsa la producción.
En el ámbito del mercado laboral, a pesar de los avances alcanzados en los últimos años, como la eliminación de la multiplicación de la indemnización por despido y la introducción de la opción de crear un fondo de cese, es urgente seguir profundizando la modernización de las leyes laborales para adaptarlas a las realidades económicas y sociales actuales. En este sentido, una de las reformas clave debería ser la flexibilización de la negociación colectiva, lo que permitiría a las pequeñas y medianas empresas (pymes) establecer acuerdos laborales individuales más acordes con sus necesidades y capacidades. Este enfoque podría favorecer la creación de empleo, especialmente en sectores de alta incertidumbre o cambios rápidos, donde los acuerdos rígidos no siempre reflejan las dinámicas reales del mercado al ofrecer a las pymes mayores incentivos para formalizar relaciones laborales y ajustar su estructura de costos de manera más eficiente, sin comprometer los derechos de los trabajadores.
En consecuencia, el desafío de evitar la ‘enfermedad holandesa’ exige una acción con visión de largo plazo. La implementación de las reformas propuestas en el Acta de Mayo representa una oportunidad tangible para asegurar un crecimiento económico sostenido. Estas reformas no solo buscarían fortalecer los sectores productivos más competitivos, sino también promover la diversificación económica y la inclusión social, creando condiciones que potencien la generación de empleo de calidad. Al abordar los desequilibrios estructurales de la economía, estas reformas también contribuirían a reducir las desigualdades sociales, permitiendo que los beneficios del crecimiento lleguen a un mayor número de argentinos.
Para lograrlo, es fundamental un enfoque integral que coordine esfuerzos a nivel nacional y provincial, garantizando que las reformas sean efectivas y de largo alcance.
Fuente: LP CONSULTING