El gendarme de 37 años que mató a un hombre que robaba cables en Barrio La Cerámica quedó detenido acusado por homicidio agravado por uso de arma de fuego. Desde la Fiscalía indicaron que la versión expuesta por el sujeto no guardaría relación con varias de las pruebas halladas en el lugar. En ese marco, el funcionario fue imputado por el delito y por orden de la jueza Eleonora Verón quedará preso preventivamente por los próximos 60 días.
Según expresó la fiscal Gisela Paolicelli de la Unidad de Homicidios Dolosos, el pasado miércoles aproximadamente a las 20:20 en calle Medrano al 2300 la víctima Marcelo Alejandro Flores se encontraba junto a otro hombre cortando cables con fines de robo. En ese momento, el acusado advirtió la situación y dio aviso a la Central del 911 solicitando un móvil policial, describiendo el accionar.
Acto seguido, el gendarme se presentó en el lugar donde se encontraba Flores y el otro ladrón, los alertó y estos se dieron a la fuga por calle Medrano. Flores tomó por calle Baigorria en dirección a calle Unión hacia el oeste; al llegar a la altura del 1500 el imputado logró interceptar y reducir a la víctima colocando sus dos brazos juntos en la espalda, momento en el que efectúa un disparo con su arma de fuego reglamentaria en el lado izquierdo del cuello causando la muerte en el lugar, señaló Paolicelli.
Luego, en conferencia de prensa la fiscal expresó: “Hay una diferencia entre la versión que da el Gendarme y lo que nos dice la evidencia. En este punto de la investigación no se le puede dar objetividad a lo declarado por el funcionario. Él dice que se le vinieron encima, que le quisieron robar e incluso estas personas estaban armadas y que por eso repele. Sin embargo, desde la evidencia que se colecta en el lugar del hecho, el disparo no se estaría produciendo donde él indica, sino después de una persecución de una cuadra dando vuelta por calle Baigorria”.
“En la posición en la que se encuentra el cuerpo de la víctima, daría a entender que esta persona se encontraba reducida, en estado de indefensión, y que el disparo se habría producido en esta situación”, continuó. Y remarcó que “aparentemente no habría sido accidental el disparo por cómo se encuentra el cuerpo”, aunque “todavía quedan pendientes medidas, como la autopsia para saber la distancia y trayectoria del disparo”.
En el lugar hay cámaras de seguridad, las cuales la Fiscalía aún no ha tenido acceso. “Gendarmería demoró en comisionar a la Fiscalía. Al arribar había muchos efectivos de ese cuerpo, quienes quisieron acercar versiones del hecho”, concluyó.
Por su parte, la defensa remarcó que los brazos de la víctima se encontraban en esa posición porque luego de recibir el disparo Flores mantenía signos vitales. Por ese motivo, siempre según la versión del gendarme, lo colocó de esa manera para cuidado del resto de las personas al no saber si podía llegar a responder.
Los abogados del efectivo piden testigos del hecho.