La salida de Rubén Rimoldi en Seguridad y su reemplazo por Claudio Brilloni, que hasta el momento se desempeñaba como secretario de Seguridad Pública, es una carta fuerte que juega Omar Perotti en su último año de gestión. “Quien llega al cargo tiene pergaminos suficientes para revertir un cuadro muy complicado, que ahora deberá demostrar en la cancha”, analizan fuentes del gobierno provincial en diálogo con RedBoing.
Brilloni fue comandante de la Gendarmería Nacional con distintos cargos jerárquicos y se instaló en Rosario por primera vez durante la presidencia de Macri, con Patricia Bullrich a cargo de Seguridad de la Nación en aquel momento. En esa coyuntura, había coordinado el despliegue de las fuerzas federales en la ciudad.
Por eso cuando su nombre sonó en la provincia -ya en tiempos de Perotti y tras la salida de Sain de una silla caliente como la del Ministerio de Seguridad provincial- sectores de Juntos por el Cambio y el propio intendente Pablo Javkin vieron con buenos ojos el desembarco de Brilloni, ya como comandante retirado de Gendarmería.
Primero fungió como subsecretario de Prevención y Control Urbano provincial, desde donde coordinó acciones con el área municipal que preside Carolina Labayru. Así, estuvo al frente de operativos por días de partido cuando jugaban Newell’s y Central, o eventos similares.
Luego, en abril de 2022 pasó a ser Secretario de Seguridad. Y cuando se fue Lagna, muchos lo dieron como posible ministro. Pero esa vez no pudo ser porque no tenía todavía dos años de residencia en la provincia, condición sine qua non para poder asumir. “Ahora sí le da la antigüedad“, explicaron en off a RedBoing desde la Casa Gris.
En este te tiempo, fue asumiendo mucha visibilidad y trato con los medios. “Puso la cara muchas veces por Lagna y en el último tiempo era quien hablaba en nombre del Ministerio, porque Rimoldi no podía articular dos palabras juntas”, confía la misma fuente a RedBoing.
Rimoldi había llegado al Ministerio en agosto pasado con la prioridad de mejorar los índices de delito y de criminalidad en la provincia, sobre todo en Rosario. Pero en los últimos meses de 2022, su gestión ministro no mostró los resultados esperados. Así, el año terminó siendo el peor en materia de homicidios en el Departamento Rosario, con 288 crímenes.
El saliente ministro había manifestado este martes que “había detenidos y que se habían llevado a cabo allanamientos” por el asesinado del músico Lorenzo “Jimi” Altamirano. El dato fue desmentido enseguida con dureza por los fiscales del caso, dejando a Rimoldi en offside al haber dado un dato que no era cierto.
Este miércoles, en conferencia de prensa tras una nueva balacera -al Centro de Salud Municipal Distrito Sudoeste de Rosario- Rimoldi deslizó que había que “profundizar el rumbo porque las estadísticas daban muy bien“. Como pasó con el entredicho con los fiscales, los números muestran otra realidad, ya que en en enero de este año hubo 33 homicidios y en distintos rincones de Rosario los vecinos denuncian robos en forma cotidiana.