Participaron del homenaje en la ciudad de Santa Fe el gobernador, Maximiliano Pullaro, la presidenta de la Cámara de Diputados y esposa de Lifschitz, Clara García, la Vicegobernadora Gisela Scaglia, el Pte. Provisional del Senado Felipe Michlig, entre otros dirigentes de diferentes espacios políticos.
Con sentidas palabras y evocando su figura, el arco político santafesino recordó al ingeniero con rosas rojas y sentidas palabras.
El recuerdo de Miguel
El Gobernador Pullaro señaló que “Hoy recordamos con profundo respeto y gratitud a Miguel Lifschitz. Un líder que con mucho trabajo y decisión marcó un camino en la provincia de Santa Fe. Miguel no sólo fue un gobernador excepcional, sino también un ejemplo de persona, muy dedicado y al servicio de todos. Nos enseñó que ‘los sueños son para siempre’”.
Por su parte la Vicegobernadora mencionó que “Hoy te recordamos Miguel Lifschitz, con admiración y respeto. Fuiste un hombre de diálogo y amor por la provincia. Tu legado está presente en cada santafesino”.
Clara García reseñó que “Puedo hablar aquí despidiendo al compañero socialista de hace 40 años, al amigo incondicional que fuimos, al dirigente político que iluminó el camino de tantos de nosotros, pero déjenme decirles que fue Miguel el amor de mi vida, mi esposa y que ese amor nació para vivir para siempre. Miguel no debió morir, llevo en este duelo ese orgullo compartido de haber sido testigos de su vida y de ser responsables en nuestra propia vida de que aquella vida siga para siempre. Él soñaba y se jugaba en la gestión y en la ejecución”.
El legado y la última anécdota
A su turno Felipe Michlig dijo que “Perdimos un gran dirigente y persona que siempre tenía tiempo para todos. Nos dejó un legado de diálogo, de construcción política y de trabajo que estamos haciendo todo lo posible para responder de la mejor manera como él lo hubiera hecho. Es muy difícil llenar el vacío de Miguel, pero nosotros con Maxi (Pullaro), su esposa Clara (García) y su hijo Fede (Lifschitz), estamos tratando de reflejar su forma de trabajo en Santa Fe”.
Durante el desarrollo de su oratoria Michlig contó una emotiva anécdota, al recordar que “La última vez que estuvo en San Cristóbal fue un mes y pico antes de que falleciera. Lo hizo como presidente de la Cámara de Diputados y fue para la inauguración de una obra en Moisés Ville”. Luego de la inauguración, se fue a dormir a mi casa en Ambrosetti. (Siempre que iba dormía en mi dormitorio y él me decía que no hacía falta. Pero yo le insistía en que era mi amigo y por eso le daba mi cama”.
“Al otro día se levantó y se fue a Tostado, me acuerdo de que era domingo y de ahí se iba a Rosario para volver a trabajar al otro día. Ese era Miguel, siempre activo, bien predispuesto, comprometido con la gestión y el interior”.