Rompió el silencio la esposa de Williams Tapón: acusó de extorsión al árbitro y contó lo último que le dijo su marido

Agustina acusó de extorsión a Ariel Paniagua y reveló lo último que le dijo su marido antes de morir. 

La esposa de Williams Tapón, el futbolista amateur de la provincia de Buenos Aires que se quitó la vida luego de que se viralizara un video en el que se lo veía agrediendo salvajemente a un árbitro, rompió el silencio y habló de lo sucedido. 

“En el audio que me manda despidiéndose me dijo ‘cuidá de nuestros hijos’ y ‘yo prefiero que sufran todos de una a que me vean sufriendo todos los días en la cárcel’. Fueron las últimas palabras de él antes de hacer lo que hizo”, recordó hoy a la mañana la mujer durante una extensa entrevista para Crónica HD.

Madre de dos hijos, uno de 2 y un bebé de 7 meses, dijo que Tapón “quedó mal” después de las notas que había brindado durante la jornada de ayer. “Le preguntábamos qué opinaba y no sabía qué respondernos. Él siempre se tomaba todo a la ligera”, señaló. Y añadió entre lágrimas: “Él estaba conmigo y con los nenes, estaba jugando con ellos. En un momento me dice ‘bueno, me voy’. Y le digo ‘esperá’. Antes de salir, se me queda mirando, me da un beso y me abraza. Yo le digo ‘no me abraces porque estoy sensible por toda la situación’. Me puse a llorar, lo abracé y como mi nene venía hacia nosotros me dice ‘agarrá al nene’. Lo alcé a mi hijo y él salió. Le pregunté si iba a comer acá y me dijo ‘sí, hacé milanesas’”.

Agustina contó que luego de unos minutos volvió a tomar su celular, donde encontró un mensaje de Williams. Sin embargo, no pudo terminar de escucharlo porque sus cuñadas la fueron a buscar: “‘Vamos al fondo que parece que él se pegó un tiro’. Yo salí corriendo, lo buscamos por todos lados y pensé que nos iba a hacer una joda”.

Tras varios minutos de búsqueda, un familiar de Williams gritó para alertar a todos que había encontrado al joven. Y Agustina, lógicamente, se acercó con la esperanza intacta de que su marido continuara con vida. “Yo corro para donde venía la voz y cuando me acerco estaba él tirado. Tenía la esperanza de que estuviera vivo porque no se le veía sangre en la cara. Cuando me acerco, ya estaba frío y no respiraba. Estaba en un pozo tirado”, lamentó en medio de un llanto irremediable.

“¿Cómo le voy a decir a mi hijo de 2 años que el papá se pegó un tiro en la cabeza? Creo que nadie en su sano juicio lo podría hacer. Mi hijo miraba la tele, lo veía y me decía ‘ma, papi’. ¿Y yo qué le digo? ¿Cómo le puedo explicar a él que su papá no va a estar más? Mi hijo lo último que hizo fue darle un beso a su papá y su papá le dijo ‘ahí vengo hijo’. Y no va a venir nunca más…”, dijo Agustina con un profundo desconsuelo.

Durante otro tramo de su testimonio, la mujer aseguró que, sumado al temor de terminar en prisión, Williams estaba agobiado por el intento de extorsión que había recibido de Ariel Paniagua. “Si, le pidió 300 mil pesos para no hacerle la denuncia. Fue a través de un llamado desde un número privado”, aseguró la mujer al ser consultada por esta versión.