Cerca de 30 mil autos y 2 mil motos integran parte del parque automotor que cada jornada llega al área central de la ciudad. Impulsan nuevas playas de estacionamiento y buscan desalentar el uso del automóvil particular
El desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios, las urbanizaciones del área central y Puerto Norte, y la expansión de las zonas comerciales colaboran con un crecimiento de la ciudad de Rosario que se resume en un ingreso promedio de 32 mil vehículos diarios a la zona del microcentro.
Según los estudios analizados por el área de Ingeniería de Tránsito y la secretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad de Rosario, a través de la elaboración del Plan Integral de Movilidad, al microcentro de la ciudad, ingresan cada día, un total de 30.900 autos y 2.650 motos.
Los 7 años de crecimiento ininterrumpido de la economía y la expansión de la ciudad en términos territoriales y habitacionales impulsaron la actividad de una ciudad en expansión.
De este modo, y previendo las complicaciones que esto podría traer aparejado, si es que no se toman medidas, desde el municipio se impulsan nuevas políticas para aumentar la oferta de playas de estacionamiento y cocheras subterráneas.
Actualmente hay 313 playas de estacionamiento o cocheras con la posibilidad de que se ubiquen 14.532 vehículos, menos de la mitad de los autos que diariamente llegan hasta el centro de la ciudad.
La idea es poder sumar 4 puntos del área central que ofrezcan 1700 plazas más, expandiendo las propuestas privadas que en un futuro llegarán a otros 6 puntos de la ciudad.
Este plan, tal como lo anticipó IMPULSO en exclusiva la semana pasada, busca inversiones cercanas a los 3 millones de dólares para construir cocheras soterradas en las plazas San Martín y Sarmiento, el Centro Municipal de Distrito Centro y el espacio verde de Boulevard Oroño entre 27 de Febrero y Avenida Pellegrini.
Como el parque automotor crece cada año y las estimaciones hablan de una continuidad de este fenómeno, desde el Ejecutivo local buscan aumentar la oferta de espacios para estacionamientos en la zona central y, de manera progresiva, ofrecer un sistema de trasporte público eficiente (con trenes eléctricos y bicicletas públicas) que progresivamente desalienten el uso del automóvil particular para viajar al centro de la ciudad.
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