Impulso

En Rosario ya hay unas 30 marcas de cervezas artesanales que se comercializan en diferentes bares y puntos de venta, la mayoría de las cuales iniciaron sus producciones en los últimos tres años.

El dato surge de un relevamiento hecho por #IMPULSO y consolida a la ciudad como una de las principales plazas nacionales para la producción alternativa de cerveza que, al mismo tiempo, encuentra buena respuesta de parte de los consumidores en los bares rosarinos.

Sin embargo, más allá del número que sigue creciendo con el surgimiento de nuevos emprendimientos, el dato más significativo es que la mayor parte de esas marcas de cerveza iniciaron su producción en los últimos tres años. Sobre cómo surge un proyecto de este tipo hay varios caminos. En algunos casos, son maestros cerveceros que se inclinan por la producción propia. En otros, son grupos de amigos que deciden hacer una inversión conjunta independientemente de su actividad laboral principal, y finalmente, hay pequeñas empresas que nacen a partir de estudiantes que llevan adelante investigaciones como tesis de grado y que se consolidan con producciones que crecen con el tiempo.

Algunos de los responsables de las empresas coinciden en opinar que el fenómeno se da porque la ciudad es una plaza cervecera por excelencia y, con el tiempo, el público se torna más sofisticado y opta por probar distintas variedades de cervezas, por fuera de las que se producen en serie. En general, las marcas producen desde 200 a 3 mil litros mensuales y los comercializan en sus botellas de 330 centímetros cúbicos, aunque muchas también producen en barriles para cerveza tirada.

Sólo a modo de ejemplo, algunas de las marcas que producen hoy en la ciudad son Río, Borr, Cerveza 372, Ouroboros, Echesortu, La Rosarina, y Bering. Además, también se produce en la ciudad Strauss, la primera cerveza apta para celíacos del país.