El drama nacional “Rosita”, uno de los estrenos de cine de esta semana, aborda el tema de la maternidad desde una perspectiva diferente. Una madre de tres hijos, con un padre autoritario y una vergüenza que oculta estalla ante la desaparición de su padre y de la hija menor.
Es la nueva película de la directora argentina Verónica Chen con los protagónicos de Sofía Brito, Marcos Montes, Dulce Wagner, Javier Drolas, Mariana Chaud y la participación de Luciano Cáceres.
TRAMA: Lola es una madre joven y ya con 3 hijos: Gus, Alejo y Rosita, todos de padres diferentes. Trabaja en un salón de belleza, es linda y le gusta producirse. Con su madre internada y sin más familia, Lola lucha por sostener a sus chicos y vivir. Cuando aparece su padre, Omar, a reparar su ausencia y le ofrece una casa y ayuda, Lola acepta. En una decisión apresurada pero obligada por las urgencias, Lola se muda a la casa de Omar. Un día deja a los chicos al cuidado de él para pasar unas horas con su novio, pero cuando vuelve a casa se encuentra a los dos varones solos jugando a la Play y ni rastros de Omar ni de Rosita: ambos han desaparecido.
La protagonista Sofia Brito es actriz y realizadora audiovisual, que nació en México y de padres argentinos, que vivió Argentina desde los tres años. Actuó en varias producciones como “Eva no duerme”, “Telemundo”, “El hijo buscado” y “La omisión”. Acaba de presentar en el “DOC Buenos Aires 19” (Muestra internacional de cine documental de Buenos Aires) su opera prima documental como directora “61. La verdad interior”, que relata el encuentro en California de la actriz con el director de cine estadounidense James Benning. El elenco además cuenta con las actuaciones de Joaquín Rapalini, Felipe Dratler, Noemí Frenkel, Verónica Hassan, Nicolás Mateo, Juan Ignacio Machado y Antonio Lestingi
La directora y autora también del guion es conocida por sus largometrajes “Vagón fumador” y “Aguas”, por el que recibió diversos galardones.
En “Rosita” analiza la figura materna y los juicios de valor que se realizan ligeramente sobre las personas donde simplemente pone en escena el drama personal de una madre. Sobre la construcción de los personajes aseguró: “Se me fueron apareciendo: una niña perdida, una madre sola que lucha por sacar adelante a sus hijos y a la vez quiere disfrutar la vida, un hombre avergonzado de sus limitaciones que ocultará a toda costa. Lola es una madre muy linda y demasiado joven y nada más quiere vivir un poco, y está ocupándose de sus chicos lo mejor que puede. Omar no muestra ternura en el cuidado de sus nietos, sino el mismo germen de autoritarismo que despliega con su hija. Su necesidad de afirmación lo hace mostrarse poderoso con los más débiles: niños y mujeres”.