La automotriz Citroën mostrará en la edición 2013 del Salón del Automóvil de Ginebra un nuevo prototipo del Citroën C3 VTi 82 naftero con un nuevo motor híbrido aire/nafta desarrollado por el Grupo PSA Peugeot Citroën, en colaboración con Faurecia y Bosch. Esta cadena de tracción combina una energía tan limpia como es el aire con la gasolina. Sus prestaciones son sorprendentes, consiguiendo un 45% de reducción en consumo y emisiones en conducción en ciudad.
El sistema Hybrid Air, montado en un Citroën C3 como el que se presentará en Ginebra, consume menos de 2,9 l/100Km en ciclo mixto y emite 69 g/Km de CO2, lo que supone un tercio menos que un motor naftero equivalente.
La cadena de tracción Hybrid Air supone una revolución en el desarrollo de las tecnologías híbridas, al combinar un motor térmico de convencional con un dispositivo que almacena aire comprimido, asociando distintas tecnologías ya probadas. Esta innovación destaca por su economía para el bolsillo, tanto por la reducción en el consumo como por sus bajos costes de fabricación y mantenimiento.
La versatilidad es otro de sus puntos fuertes, ya que podrá aplicarse a los modelos más económicos, tanto particulares como vehículos comerciales, en un gran número de mercados de todo el mundo. Al contrario que en otros modelos híbridos, no hay una batería eléctrica adicional que suponga una merma de la habitabilidad, por lo que el automóvil no ve reducido su espacio.
Hybrid Air combina el motor de gasolina, el almacenamiento de aire comprimido, un conjunto bomba-motor hidráulico y un cambio automático con tren epicicloidal. Un sistema de gestión inteligente permite alternar sus tres modos de funcionamiento (sólo aire, con cero emisiones de CO2, modo naftero y modo combinado) en armonía con las necesidades del conductor. Como en cualquier vehículo híbrido, recupera energía en las frenadas y en la deceleración. En el stand de Citroën en Ginebra, se podrá ver una animación con el funcionamiento de esta tecnología.
No es la primera vez que Citroën asocia el aire con la tecnología hidráulica. Esta innovación se apoya en la experiencia de los ingenieros de la marca que, ya en 1955, con el DS, asociaron el aire a baja presión y la hidráulica de alta presión. Esta tecnología permitía asistir y gestionar, al mismo tiempo, la suspensión, la dirección, el sistema de frenado y la caja de cambios semiautomática.
En 1958, se construyó un prototipo de 2 CV híbrido que asociaba el aire bajo presión y la hidráulica para reforzar el motor térmico. Este proyecto no llegaría a ver la luz, por falta de mercado y de tecnologías suficientemente adaptadas a la producción en serie.
El Salón del Automóvil de Ginebra se desarrollará del 7 al 17 de marzo.