La Cámara Argentina de Proveedores de Técnica para Eventos y Espectáculos (Capte) exigió la continuidad del sector dentro del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), ante la crisis que afecta a esta actividad por la pandemia de coronavirus.
El presidente de la Capte, Rodrigo Lavecchia, hizo hincapié en la “necesidad de ser auxiliados en este momento, donde la actividad está paralizada” y por eso es necesario que continúe la ayuda del Estado “al menos hasta el recupero de la actividad normal“.
Lavecchia puntualizó que existen alrededor de 800 empresas proveedoras de servicios técnicos para eventos, tras lo cual resaltó que fue “uno de los rubros afectados por las medidas preventivas tomadas para mitigar el avance del coronavirus, con la suspensión de ferias y espectáculos masivos“.
“Muchos se fueron del gremio y se están dedicando a otras cosas, generalmente los más chicos; por ejemplo, varios se reconvirtieron a transportistas, a fleteros, utilizaron los vehículos para hacer algunas changas pero desde el punto de vista del transporte y otros son electricistas, entonces también aprovecharon para hacer instalaciones domésticas y en algunos casos como el nuestro, montamos un estudio de streaming“, detalló -por su parte- el titular de la empresa Eventos con Éxito S.A., Oscar Sidi, en diálogo con Télam.
“Supusimos que todo lo que es cultura se iba a considerar y se iban a prolongar las ayudas un poco más y de repente cortaron el ATP, con lo cual, muchos de los empresarios tienen altísimas dificultades para poder pagar los salarios porque los ingresos están muy por debajo de los costos“, sostuvo Sidi.
“Las ayudas del Gobierno fueron fundamentales y cuando se mueven los cimientos de estas cosas nos preocupamos“, alertó Lavecchia.
Desde la cámara informaron que presentaron una nota al Ministerio de Cultura y otras dependencias del Gobierno, con el registro de las empresas que fueron denegadas del ATP, con la perspectiva de una “continuidad, por lo menos hasta el recupero de la actividad normal, sin aforos limitados, a un flujo de facturación razonable para que podamos afrontar esto“.
Télam