Impulso

La categoría phablet es algo de lo que Samsung puede estar orgullosa, ya que fue la compañía que logró imponerla y convertirlo desde un primer producto en el cual se dudaba, a un segmento afianzado y firme a nivel global.

Tal como se esperaba, este miércoles Samsung presentó en Berlín a la nueva generación de este producto llamado Note 4, con mejoras en prácticamente todos los aspectos, buscando ofrecer mayor potencia, funcionalidad y prestaciones.

Galaxy Note 4 llega ahora con una pantalla Super Amoled de 5.7 pulgadas Quad HD (2560×1440 pixeles) lo que lo convierte en uno de los de mayor densidad de pixeles del segmento, aprovechando las ventajas de pantallas que la surcoreana tiene.

Además llegará –como en versiones anteriores- con procesadores de cuatro u ocho núcleos, dependiendo del mercado y el operador, 32 Gb para almacenamiento (ampliables a través de MicroSD) y 3 GB de memoria RAM.

Sus cámaras también han mejorado, y el Note 4 ofrece 16 megapíxeles con OIS en la parte posterior, y 3.7 megapíxeles al frente, con un gran enfoque en las selfies, algo que el mercado cada vez pide más.

El nuevo Note 4 también cuenta con el S Pen y novedades en software para permitirle realizar de manera más rápida e intuitiva multitasking y diferentes funciones.

Pero Samsung no solo presentó al Note 4, sino que sorprendió con otro modelo llamado Note Edge.

Edge es una variante del Note 4 que comparte la mayoría de las especificaciones, pero que tiene una característica muy particular: una pantalla curva en uno de los laterales, pensada para ofrecer una experiencia diferente al usuario.

Esta curvatura es aprovechada para ofrecer notificaciones, acceso a diferentes apps y prácticamente funcionar como una segunda pantalla, y así permitir una experiencia sin interrupciones mientras el usuario realiza otras actividades.

Samsung Galaxy Note Edge promete llegar a varios mercados, y habrá que ver la respuesta de estos a un producto con un factor diferencial como esa curvatura en el lateral.