El plan nacional ayudó a que 10 mil estudiantes recuperen sus trayectorias educativas, informó Nanci Alario, subsecretaria de Educación Primaria provincial.
La subsecretaria de Educación Primaria de Santa Fe, Nanci Alario, sostuvo que “la escuela lucha todos los días por recomponer el vínculo pedagógico y afectivo con sus alumnos que la pandemia obstruye“, en el marco de la aplicación en esa provincia del programa nacional Acompañar-Puentes de igualdad, que logró que 10.000 niños recuperaran sus trayectorias educativas, interrumpidas por la pandemia.
“Lo que venimos haciendo con el programa Acompañar es maravilloso porque nos da la posibilidad de contar con más recursos, ideas novedosas y nos ayuda a focalizar la planificación del abordaje en los territorios más complejos“, dijo a Télam la funcionaria.
“El trabajo fue muy intenso en base al relevamiento de chicos que habían perdido la vinculación con la escuela porque la pandemia trajo muchos cambios y problemas dentro de las familias que terminaron resintiendo la posibilidad de contener a los chicos“, explicó.
“Aún en ese contexto, gracias al trabajo constante de los docentes y familiares, con aportes nacionales y provinciales se lograron revincular alrededor de 10.000 niños de la educación primaria en toda la provincia“, celebró Alario.
“Gracias al programa nacional en complemento de políticas provinciales, aumentamos las horas de ajedrez, se incrementaron los recursos humanos para trabajar en el plan de lecturas que incorporó colecciones literarias nuevas y replicamos actividades generadas a nivel nacional tanto virtuales como presenciales“, enumeró.
“Además, nos dio la posibilidad de formar equipos pedagógicos que brindan un acompañamiento en más de 70 escuelas primarias seleccionadas para recibir el apoyo ante la existencia de diferentes grados de dificultades a la hora de revincular alumnos“, profundizó.
De manera similar se trabajó en las escuelas secundarias de esa provincia con el énfasis puesto en unos 10.000 estudiantes cuyo vínculo con el sistema educativo era más frágil.
Télam