Así lo informó este sábado la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came). Los saqueos abarcaron todo tipo de rubros, desde alimentos y bebidas hasta zapaterías, farmacias, regalerías, indumentaria, o electrónicos
Más de 500 pequeños y medianos comercios del país fueron destruidos y arrebatados por la ola de saqueos violentos que se propagó en la mayoría de las provincias argentinas entre este jueves 20 y el viernes 21, según informó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came).
Si bien es difícil estimar las pérdidas reales, ya que además de los saqueos y destrozos miles de comercios cerraron sus puertas por precaución justo en los días de mayores ventas del año, las pérdidas son cuantiosas.
Según la información recolectada por Came en 40 de las ciudades afectadas, sólo en esas localidades hubo 292 comercios saqueados con pérdidas estimadas en 26,5 millones de pesos.
Pero la cantidad de comercios afectados superaría los 500 cuando se agregan locales comerciales que, si bien no fueron saqueados, quedaron expuestos a roturas de vidrios y otro tipo de daños significativos. A su vez, el costo real del vandalismo del jueves y viernes se multiplica cuando se computan impactos como:
a) Las pérdidas de ventas ocasionadas por el cierre temporario de muchísimos negocios.
b) Los refuerzos en personal de seguridad que debieron hacer pequeños locales, ubicados en zonas afectadas, por temor a que se repitan los actos violentos.
La situación de los comercios pequeños y medianos es delicada porque la mayoría de ellos no están preparados con personal de seguridad como para enfrentar este tipo de situaciones.
Los saqueos abarcaron todo tipo de rubros, desde alimentos y bebidas hasta zapaterías, farmacias, regalerías, indumentaria, o electrónicos. Hubo comercios que perdieron toda la mercadería que tenían en stock para las fiestas y ya no hay tiempo para reponer.
A su vez, los robos no solo involucraron la mercadería, sino instalaciones como cajas registradoras, maniquíes, computadoras, el dinero de caja y objetos del personal del local. También es llamativo cómo en ocasiones no se robaron nada sino que, simplemente, los saqueadores se limitaron a destruir el local con todo su contenido.
Imágenes: Cortesía Diario Perfil