Las víctimas fueron Gladys McDonald (57); sus dos hijas, Cecilia (26) y Adriana (24); y su madre, Elena Arreche (86), fueron asesinadas en 1992 luego de ser atacadas a escopetazos por el hombre en una vivienda que está ubicada en calle 48 entre 11 y 12 de La Plata.
Un 15 de noviembre como hoy, pero hace 30 años, el odontólogo Ricardo Barreda, asesinó a su esposa, sus dos hijas y su suegra en su casa de la capital bonaerense, en un cuádruple femicidio por el que lo condenaron a reclusión perpetua y lo mantuvo en la cárcel hasta 2008.
El asesino se había negado por la acusación en su contra y buscó hacer pasar el hecho por un robo, pero confesó el crimen dos años después, en 1995. Fue condenado en juicio oral a reclusión perpetua por el triple homicidio calificado de su esposa, sus dos hijas y homicidio simple de su suegra.
Según el hombre, contó que el asesinato fue una reacción a los maltratos y humillaciones que recibía de todas ellas: “Lo siento por mi hija más chica, que fue a la que menos le di y de quien más recibí”, había declarado Barreda.
En mayo de 2008, abandonó la Unidad Penal 9 de La Plata tras ser beneficiado con un arresto domiciliario. En diciembre del mismo año, y luego de varias idas y vueltas judiciales, Barreda recibió la libertad condicional. Por su parte, en 2016 se declaró como “extringuida la pena impuesta” y se le cesaron las accesorias legales impuestas. A partir de esto, quedó en libertad.
Luego, se presentó con otra identidad en un hospital de General Pacheco. Allí estuvo 457 días y le diagnosticaron un cuadro de salud mental.
Mientras que, el 10 de marzo de 2020 quedó internado en el geriátrico “Del Rosario”, de José C. Paz, en el que murió a los 84 años el 25 de mayo del ese año.