Las lluvias de febrero lograron poner un piso a la oleaginosa y hay una pequeña mejora de 500.000 toneladas respecto a lo estimado en febrero.
Maíces tardíos en jaque: la enfermedad que es transmitida por la chicharrita y típica del norte, llegó a Córdoba y Santa Fe y se observan fuertes daños.
Febrero terminó en gran parte del país con lluvias que superaron las medias mensuales. El cambio llegó tarde: la ola de calor se impuso sobre la condición de la oleaginosa, arrebatando la posibilidad que había de alcanzar una supercosecha de 55 Mt.
Las lluvias comenzaron a llegar después del 7 de febrero en Santa Fe, sobre todo el centro, Córdoba y buena parte de Buenos Aires y La Pampa recibieron lluvias que superaron la media de febrero.
Las lluvias a partir de febrero pusieron un piso a los rindes, mejoraron las condiciones de llenado de las sojas de primera. En sojas de segunda, si bien tuvieron un gran impacto en la recuperación, es una recuperación que en términos productivos es limitada, ya que venían muy afectadas.
Con este panorama, el rinde nacional alcanza una pequeña mejora pasando en marzo a 30,2 quintales por hectáreas, apenas 0,3 quintales más que en el informe anterior. El número de hectáreas pérdidas sigue en 750.00 y con 17,3 M de ha implantadas en este ciclo, la producción argentina de soja se estima en 50,0 Mt, medio millón de t más que hace un mes. Respecto al malogrado ciclo pasado el país producirá una cosecha y media más que en lo que fue el peor ciclo de la agricultura moderna en Argentina.
La provincia de Santa Fe consolidaría 36,7 qq/ha, dejando atrás la bajísima marca del año pasado de 13,2 quintales por hectáreas.
Maíz 2023/24: gran preocupación por el inusitado ataque de chicharrita que llegó hasta Córdoba y Santa Fe
Las labores de cosecha alcanzan el 3% de avance a nivel nacional, cuando para esta fecha suele estar cerca del 10%.
Pero lo que está encendiendo todas las alarmas de la región central, en particular en las provincias de Córdoba y Santa Fe. Debido a la presencia del spiroplasma en maíces tardíos. Se trata de una enfermedad que está asociada a un vector: la chicharrita.
En el centro de Santa Fe, hay lotes que no se van a cosechar por Spiroplasma, como por ejemplo en López y Gálvez. Hay técnicos que dicen que unas semanas atrás, esperaban un daño de 5 al 10 %. Pero al avanzar la etapa reproductiva, estiman ahora pérdidas del 70 al 80%: “nos tomó a todos por sorpresa. No hubo forma de pararlo”.
El daño es distinto según zonas, fechas de siembra y variedades. “Hay lotes muy afectados que cuanto mucho podrán dar 15 qq/ha. Bajó del norte, llegó hasta a Río Cuarto, San Martín de las Escobas, Cañada de Gómez y hasta San Nicolás”.