El balance de pagos es el registro contable que hace el Banco Central para identificar las fuentes de entrada y salida de dólares del país. Como toda contabilidad es de partida doble. Por un lado, está la cuenta corriente donde se registran las entradas y salidas de dólares por ventas (exportaciones), compras (importaciones) y pagos de intereses y remesas al exterior. Por otro lado, está la cuenta financiera que son los movimientos de activos y pasivos en dólares de los residentes del país. La suma de ambas cuentas da las variaciones de reservas de dólares del país.
Cuando la variación de reservas es negativa implica que el Banco Central pierde reservas (si el tipo de cambio es fijo) o bien sobreviene una devaluación (si el tipo de cambio es variable). Por eso es importante seguir el resultado del balance de pagos de un país.
En el año 2023, la variación de reservas o resultado del balance de pagos fue negativo en casi –USD 22.000 millones. En el 2024 este resultado se revirtió en un resultado positivo de USD 6.000 millones. Lo interesante es observa la dinámica de esta reversión.
Gráfico 1.Cuenta corriente del balance de pagos
En millones de dólares
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
Observando la cuenta corriente del balance de pago surge que un factor decisivo en la reversión del déficit externo fue el aumento de las exportaciones neto de importaciones de bienes. Esto fue consecuencia de la devaluación del tipo de cambio oficial y el establecimiento del impuesto PAIS para las importaciones en el comienzo de la gestión del gobierno.
Las exportaciones netas de importaciones de servicios (donde se encuentra, entre otros, turismo) y los pagos de intereses y remesas al exterior fueron negativas pero bastante similares a las del año pasado.
La cuenta financiera del balance de pagos exhibe también una importante reversión.
Gráfico2. Cuenta financiera de la balanza de pagos
En millones de dólares
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
Lo más notable es la reversión de los préstamos que pasaron desde USD 9.000 millones negativos a USD 4.400 millones positivos. Esto fue producto del aumento de los préstamos del sector privado –no de organismos internacionales, que el flujo fue negativo– tanto al Estado nacional como a las empresas privadas residente en Argentina.
También pesó la reducción de los movimientos de capitales al exterior que bajaron de un negativo de USD 8.000 a USD 2.500 millones. Lo más novedoso fue la reversión que hubo en lo que tradicionalmente se conoce como la “fuga de capitales”. La fuga son los ahorros de residentes argentinos en el exterior. Que pueden ser cuentas bancarias en el exterior o bien dólares en el colchón.
Lo que se observa en el 2024 es que hubo entrada de dólares de residentes en Argentina al sistema financiero. Esto se explica por el blanqueo que tuvo por requerimiento depositar los dólares en efectivo que se querían blanquear en el sistema bancario. Para ver el particular impacto que tuvo el blanqueo en “repatriación” de dólares fugados al sistema financiero formal se presenta el Gráfico 3. Allí está la evolución desde el 2003 del ítem “Formación de capital en el extranjero por parte del sector privado” que contabiliza los ahorros de residentes argentinosen exterior o en dólares debajo del colchón.
Gráfico 3. Formación de capital en el extranjero por parte del sector privado
En millones de dólares
Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA
Se observa que el monto involucrado como “repatriación” de dólares fugados en el 2024 es alto en el contexto histórico. A simple vista del Gráfico surge que los argentinos son “fugadores” compulsivos de dólares. En los mejores años de la bonanza internacional (2006 – 2011), los argentinos ahorraban e invertían más en el exterior que en el sistema financiero doméstico. En el 2008 y 2011 llegaron a sacar de la Argentina más de USD 20.000 por año. Con el cepo de finales de 2011 se atenúa la fuga. Cuando se termina el cepo en el 2016 vuelve la fuga, tanto en el 2017 que fue un buen año, como en el 2018 y 2019 que la fuga llega a ser superior a los USD 25.000 millones por año.
Sumando las columnas del gráfico surge que entre el 2006 y el 2011 se fugaron USD 82.000 millones y entre 2016 y 2019 se fugaron otros USD 87.000 millones. Definitivamente los argentinos, ante la mínima oportunidad, ahorran en dólares en el colchón o en cuentas del exterior. Sin embargo, el blanqueo logró revertir esta tendencia con un monto positivo de entrada de dólares de residentes argentinos por USD 2.360 millones.
¿Qué puede pasar en el 2025 con el balance de pagos?
Lo primero a tener en cuenta es que las exportaciones netas de importaciones de bienes (uno de los artífices de la reversión del déficit externo) puede que no sean tan positivas. En primer lugar, porque los factores climáticos adversos y los precios internacionales que están relativamente estancados no hace pensar que las exportaciones vayan a crecer de manera importante. En paralelo, el impuesto PAIS no está más y había sido una barrera fuerte a la entrada de importaciones. Por ejemplo, en el 2024 las importaciones fueron 18% inferiores al 2023. Sin embargo, en el mes de diciembre del 2024, cuando el impuesto PAIS se redujo antes de su total eliminación, las importaciones aumentaron un 26% interanual. Un presagio de que, sin impuesto PAIS, las importaciones de bienes en el 2025 van a aumentar.
Lo anterior implica que la cuenta corriente del balance de pago va a tender a hacerse más deficitaria. Por lo tanto, se requiere que la cuenta financiera del balance de pago se mantenga positiva. En la medida que el Estado nacional mantenga el equilibrio fiscal, los préstamos del mercado internacional se pueden mantener. La “repatriación” de ahorros externos de residentes argentinos es más dudosa porque en el 2024 esto fue producto del blanqueo, que en el 2025 no estará más (termina en mayo). En el mejor de los casos, sería positivo que los argentinos no vuelvan a fugar dólares al exterior o al colchón tal como se observa en el Gráfico 3 que sucedió entre el 2021 y el 2023.
El ítem de la cuenta financiera del balance de pagos que tiene que hacer la diferencia en el 2025 como fuente de entrada de dólares es la “Inversión directa de no residentes”. Esto es la inversión extranjera en activos productivos (no de portafolio, que es especulativa) en la Argentina. Por eso, el protagonista del equilibrio externo en el 2025 será el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Inversión extranjera en petróleo, gas, minería, energías renovables, industria forestal, siderurgia, tecnología, infraestructura y turismoen proyectos superiores a USD 200 millones. Esto son los que tienen que traer los dólares para que el balance de pagos no entre en desequilibrio.
También es decisivo para los años por venir que las inversiones con los RIGI incrementen la capacidad exportadora del país para que generen los futuros flujos de divisas extranjeras que estas inversiones requerirán cuando quieran hacer las remesas al exterior una vez que las inversiones maduren.
Fuente: LP CONSULTING