En los seis primeros meses del año el Índice de Salarios aumentó 84,3%, también por encima de la inflación, que había alcanzado al 79,8%. En ese caso, los ingresos de los trabajadores privados registrados “hacían punta” con un alza del 93,6%; los de los empleados públicos el 73,3%, mientras que los de los trabajadores “en negro” solo aumentaban el 69,8%.
Si se toma un período más largo, 12 meses, el índice de Salarios con el 216,3% quedó por debajo de la inflación que alcanzaba al 271,5%.
Los empleados registrados del sector privado fueron los que menos sufrieron este desfase con un alza del 249,3%, mientras que los empleados públicos tuvieron una suba del 186,8%, pero los empleados no registrados solo pudieron obtener un alza del 159,3%.