“Stranger Things”, la esperada y exitosa serie de Netflix ambientada en la década del 80 estrenó su tercera temporada. La historia sigue a un grupo de adolescentes de un pueblo de Estados Unidos, que se ven envueltos en sucesos sobrenaturales por culpa de un laboratorio que lleva a cabo experimentos ilegales.
Esta tercera temporada de ocho capítulos, está ambientada en el verano de 1985, y los protagonistas se preparan para las celebraciones del 4 de julio. El curso escolar terminó, y los niños tendrán más tiempo que nunca para hacer frente al Azotamentes, que sigue buscando cómo escapar del Mundo al Revés. Al parecer el Laboratorio Hawkins cerró y en su lugar hay un gran centro comercial. Pero sorpresivamente deberán enfrentar a un nuevo enemigo, el cual también proviene de ese Mundo.
El Mundo al Revés fue el eje central de la serie desde el primer episodio y en la segunda temporada, el parásito interdimensional conocido como el Azotamentes, ese ser capaz de devorar dimensiones enteras, casi logra destruir Hawkins, y acabar con la vida de Will. La piscina pública de Hawkins y la feria del 4 de julio organizada por el alcalde Kline reflejan el espíritu veraniego de la propuesta, pero el gran protagonista de la tercera temporada es el nuevo centro comercial Starcourt Mall.
La serie además marca el crecimiento de sus actores protagonistas que van de la mano del crecimiento de sus personajes y el de sus hormonas. Es por eso que los jóvenes ahora dejan de lado los juegos de infancia por otros intereses, como el enamoramiento y los conflictos de juventud y buena parte del interés se centra en las relaciones entre los amigos y entre las parejas (Eleven y Mike o Max y Lucas). Por otro lado se establece un nuevo e insospechado grupo de amigos muy carismático integrado por Dustin, Steve, Erica (hermana de Lucas) y Robin (Maya Hawke), quien trabaja con Steve en la heladería Scoops Ahoy!
A pesar de esa evolución, los ingredientes nostálgicos de la década ochentosa continúan bien presentes y muy bien logrados en esta etapa con claras referencias a películas, series de televisión y canciones de esa época. El terror de los ochenta por ejemplo se refleja en menciones a John Carpenter, Stephen King o Steven Spielberg.
Los primeros capítulos presentan un ritmo más lento, con presentaciones de personajes, contexto, escenarios y contenidos. Pero después del tercer episodio aflora la acción y el ritmo vertiginoso, con los grandes giros argumentales. Es que “Stranger Things” se plantea desde sus creadores y se evidencia en sus resultados, como una película extendida en episodios más que en una típica serie.
Los hermanos Ross y Matt Duffer, productores y creadores de la serie, logran las suficientes vueltas de tuerca en sus guiones, con suspenso, acción, romance, intriga y humor, con la mayor espectacularidad lograda hasta el momento, además de nuevos villanos sobrenaturales. El elenco se sigue ampliando, de igual manera la galería de personajes, cada uno en diferentes gamas con frescuras y coloridos que son parte del atractivo.
Cada temporada de “Stranger Things” logró superar a su antecesora, por lo tanto esta tercera es la mejor y sería un cierre ideal de la historia, aunque seguramente habrá más nostalgia, suspenso terror y ciencia ficción, que acompañara al crecimiento de sus jóvenes protagonistas.