De esa manera el país europeo dejó atrás la idea de prevenir los contagios de coronavirus mediante la responsabilidad social como única vía.
Suecia impuso desde este miércoles y por primera vez desde el inicio de la pandemia una serie de medidas de restricción, abandonando así su política basada en la responsabilidad social, por la que las autoridades planteaban hasta ahora únicamente recomendaciones voluntarias.
Según un comunicado del Gobierno, a partir del 20 de noviembre los bares del país tienen prohibida la venta de alcohol a partir de las 22, lo que llevará a aquellos establecimientos con licencia para vender este tipo de bebidas a cerrar antes de las 22.30.
“Nos enfrentamos a una situación que se puede volver negra como la noche“, expresó el primer ministro, Stefan Lofven, en una rueda de prensa en Estocolmo. “Nos arriesgamos a acabar como en primavera“, dijo, citado por la agencia de noticias Europa Press.
Ante nuevas medidas para restringir el movimiento, las autoridades de 13 de las 21 regiones suecas recomendaron a los ciudadanos evitar todo contacto físico con aquellas personas con las que no convivan. Sin embargo, estas medidas parecen tener poco efecto a la hora de evitar la transmisión del virus.
Durante la semana pasada, la cifra de nuevos contagios de coronavirus alcanzó un nuevo récord en los hospitales del país escandinavo, donde fallecieron más de 6.000 personas por coronavirus y lo padecen casi 170.000.
Télam