El equipo de Vojvoda empató 0-0 en el estadio Morumbí y logró clasificar a la siguiente fase. Ahora espera Palestino de Chile.
Talleres de Córdoba logró lo que fue a buscar al Morumbí, la clasificación a una próxima fase de la Copa Libertadores de América. El tallarín empató sin goles en el mítico estadio del Sao Paulo y con la ventaja de dos goles que había logrado en el estadio Mario Alberto Kempes pasó a la tercera fase de la Libertadores.
Personalidad, autoridad, decisión en lo que tenía planeado desde el primer momento fueron las claves para que el equipo argentino no pasará casi zozobras ante un rival aturdido, falto de ideas y que para colmo de males entró en el camino del juego brusco para tratar de amedrentar a la “T”.
Ese juego violento le hizo perder a uno de sus jugadores a falta de diez minutos para el final, Everton, practicó una patada karateca que impactó en la cara de Enzo Díaz. Lo peor fue que el árbitro ecuatoriano Rody Zambrano no sacó la roja al ver la patada, sino que expulsó al jugador brasileño después de ver la sangre en la cara del lateral izquierdo.
El equipo que dirige el ex NOB Juan Pablo Vojvoda avanzó a la tercera fase del máximo torneo continental y deberá chocar ahora con Palestino de Chile quién viene de eliminar al Deportivo Independiente de Medellín, Colombia. En caso de pasar esta eliminatoria ingresará al grupo A donde esperan River Plate, Internacional de Porto Alegre de Brasil y Alianza Lima de Perú.
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