La construcción sostenible está cada vez más integrada en las ciudades, en la actualidad se valoran aspectos que antes no tenían tanta importancia como contar con espacios diáfanos o conocer la procedencia de los materiales utilizados y su impacto en el medio ambiente.
Utilizar luz natural es la principal tendencia de construcción sostenible ya que aporta muchos beneficios, principalmente en nuestra salud, tanto física como mental.
Además, tener grandes ventanas aislantes ayuda a reducir el consumo eléctrico, por un lado, permite pasar mucha luz por lo que las habitaciones necesitan iluminación reducida.
Por otro lado, en invierno, además de dejar pasar luz, evitan filtraciones de aire y de este modo no es necesario utilizar la calefacción a altas temperaturas.
Para las grandes empresas, la sostenibilidad y el impacto en el medio ambiente se han convertido en un punto clave a tener en cuenta, es por ello que trabajan con materiales reciclables como el acero inoxidable o el reciclaje de agua y aluminio.
Esta tendencia se da sobre todo en aquellos propietarios que quieren potenciar sus jardines y consiguen que sean más habitables integrándolos al hogar y disfrutando más de ellos.
Por último, la ventilación es vital para la salud del hogar, en concreto si se sufre de alergias o insuficiencias respiratorias.
Afortunadamente, las nuevas tendencias tienen en cuenta este tipo de problemáticas para ayudar a reducir el riesgo de contaminación interna revisando elementos decorativos y favoreciendo la ventilación con el diseño y construcción.