El “Frente de Todos” propone triplicar la alícuota para los patrimonios declarados fuera del país y, además, elevar el gravamen al nivel de 2015 para los bienes dentro del país: 0,75% para los patrimonios entre $2.000.000 y $3.000.000, 1% para bienes entre $3.000.000 y $18.000.000 y 1,25% para quienes poseen fortunas mayores.
Un informe presentado este miércoles por parte del equipo económico de la fórmula Fernández-Fernández muestra que la reforma sobre el impuesto a los Bienes Personales establece la mejora de las alícuotas y la penalización de la tenencia de riqueza en el exterior, lo cual permitiría aumentar sustancialmente la recaudación, contribuir al repago de la deuda, y fomentar la desdolarización y una mayor igualdad distributiva.
El estudio proyecta tres posibles senderos para el Impuesto a los Bienes Personales, tomando los casos de tributación de 2017, los últimos informados por la AFIP y actualizándolos al valor actual del dólar. El primero es conservar las alícuotas actuales, lo que permitiría al fisco recaudar unos 1.255 millones de dólares el año próximo.
La segunda posibilidad es volver a las tasas impositivas de 2015 y aplicarlas a los mínimos no imponibles actuales, lo que permitiría aumentar la recaudación un 75% y llegar a los 2.196 millones de dólares.
El tercero, con alícuotas de 2015 para los bienes locales y el triple de impuestos para bienes en el exterior, elevaría la recaudación un 224,8% a 4.076 millones de dólares. Esto implicaría que por este impuesto se pueda recaudar un 1% del PBI adicional. Hasta ahora con una duplicación de la recaudación por este impuesto, las previsiones consideraban factible que llegara a ampliarse hasta el 0,3% del PBI.