No pagarán impuestos: esa es la medida que tomaron los gastronómicos de Rosario para ponerle freno a la “crisis histórica” que padece el sector desde el inicio de la pandemia de coronavirus. Con una pérdida de “4000 empleos”, piden ayuda económica estatal para que las consecuencias no sean más graves aun.
“Tras la nueva restricción total que cursa el país desde el 22 de mayo y de los reiterados pedidos de ayuda realizados a las autoridades municipales, provinciales y nacionales, el sector gastronómico de Rosario anuncia que se encuentra imposibilitado de abonar impuestos y servicios”, comenzó el comunicado difundido por la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario (Aehgar).
“En consecuencia, en tanto no se destine al sector una ayuda económica efectiva, los bares y restaurantes de la ciudad no podrán pagar los tributos aplicados a la actividad. Entre las cargas impositivas que el sector debe abonar y que se verán interrumpidas están las provinciales: Aguas, EPE, Litoral Gas, Impuesto Inmobiliario e Ingresos Brutos; municipales: TGI, DREI, y ETUR y nacionales: aporte del art. 931 (cargas sociales, obra social, art, seguros, entre otros), IVA y ganancias”, detalló la entidad que representa a los gastronómicos rosarinos.
Por su parte, Alejandro Pastore, vicepresidente de Aehgar y titular del Paseo Pellegrini, dialogó con IMPULSO y explicó la medida adoptada: “Diálogo (con autoridades municipales y provinciales) hay permanentemente, pero todavía las respuestas a las medidas que nosotros hemos planteado no se ha dado. Diálogo hay de sobra, pero la asistencia que reclamamos sigue sin aparecer”.
UNA CRISIS HISTÓRICA
La asociación argumentó su decisión explicando que el sector atraviesa “una crisis histórica” motivada por la imposibilidad de trabajar normalmente desde hace 14 meses. Es decir, desde el inicio de la pandemia, cuando las restricciones por recomendación sanitaria impidieron la normal realización de diversas actividades.
Además, los gastronómicos criticaron “la falta de organización, de previsibilidad y de planeamiento” del Gobierno, lo que les impide prever la cantidad de materia prima que necesitarán, “debido a que las medidas se anuncian sin anticipación”, apuntaron.
En ese sentido, Aehgar precisó: “Hay establecimientos que han reacondicionado espacios, modificado su infraestructura y adquirido equipos de calefacción que funcionen en lugares ventilados con el fin de cumplir con todo lo exigido por el protocolo y ser lugares seguros. No es posible trabajar sobre la incertidumbre constante”.
Finalmente, los gastronómicos aclararon que no se oponen a las restricciones y reclamaron la intervención del Estado con ayuda económica para el sector. A su vez, lamentaron la pérdida de “4000 empleos” y advirtieron: “Sin ayuda, serán más”.