Cruzar el arroyo Yaguarón a través de un puente peatonal, tomar un colectivo que durante 15 minutos atraviesa el paisaje ribereño y llegar a la playa. El plan que, de jueves a domingos, transformó la agenda de San Nicolás de los Arroyos.
La ciudad más al norte de la provincia de Buenos Aires viene dando que hablar. Ahora, también ofrece playa y cambió la historia. El proceso de transformación, que durante los últimos años la ha hecho dar un giro de 180 grados y mirar hacia el río, se coronó a fines de enero con la inauguración de la playa El Arenal y su parador. El Paraná se luce en este punto de la ciudad con un banco de arena privilegiado por la sombra de un monte de sauces y la calma de la isla.
El Arenal son más de 400 metros de playa que cambiaron la vida de toda una ciudad, un lugar que se volvió accesible cuando se trazó un camino que lo une con el paseo costanero, desde el centro de la ciudad. Poder llegar hasta este punto atravesando el arroyo gracias a la pasarela flotante que une isla y continente, y luego tomar uno de los colectivos que salen con frecuencia de 10 minutos, es algo sin precedentes en la ciudad y la región.
El camino agreste que se trazó hasta la zona de playa se hace ameno entre la vegetación típica de la zona y ganado. Luego de 15 minutos, se ve la arena, los camastros de paja, las hamacas paraguayas, se siente la música de fondo, se vive clima de playa.
Otra opción, para los más aventureros o deportistas, es llegar a la playa caminando o en bicicleta, teniendo en cuenta que luego de cruzar el puente hay una distancia de 6 kilómetros. Cualquiera sea el modo de transporte que se elija, luego de cruzar el puente y realizar el camino correspondiente, encontrarse con esta isla se siente como una travesía.
Una novedad que ofrece San Nicolás para cambiar de aire y encontrarse con el agua dulce que regala la naturaleza escondida en la ciudad.
Jueves y viernes a partir del mediodía, y sábados y domingos desde las 10:00 comienza la jornada de playa. Para los que desean, el parador presta servicios de comidas, alquiler de sombrillas y camastros. Además, durante el fin de semana diferentes artistas locales musicalizan las tardes hasta el atardecer.
De un lado se levanta San Nicolás, del otro el Paraná se ensancha. En el medio la playa que desde fines de enero es la novedad para nicoleños y turistas se transformó en un plan imperdible para disfrutar en familia y con amigos. La oferta se agranda en una ciudad que invita a descubrirla y promete seguir sorprendiendo.