El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros dignatarios llegaron a Londres para los funerales, a los que fueron invitados unos 500 miembros de la realeza y jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo. Miles de personas continuaban haciendo fila durante todo el día para pasar frente al féretro de la reina en el edificio del Parlamento, desafiando muy bajas temperaturas y una espera de hasta 17 horas.
Los ocho nietos de la reina, encabezados por el heredero al trono, el rey Carlos III, estuvieron anoche de pie alrededor del ataúd con la cabeza gacha durante una silenciosa vigilia. El embajador argentino en el Reino Unido, Javier Figueroa, presentó sus respetos ante el féretro de Isabel II y expresó “las más sinceras condolencias” por su muerte en nombre del pueblo y el gobierno de la Argentina.
Más tarde hicieron lo mismo líderes como Biden y su esposa Jill; el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y los reyes de España, Felipe VI y Letizia. El padre de Felipe VI, Juan Carlos I, y la reina emérita Sofía no acompañaron a su hijo en la capilla ardiente, pues están distanciados por un escándalo sobre la fortuna del rey emérito que puso en apuros a la corona española.
Esta tarde ya no se admitieron más personas en la cola de más de cinco kilómetros para que todos pudieran pasar frente el féretro antes de mañana a la mañana, cuando será llevado a la Abadía de Westminster.
El rey Carlos III recibió esta noche a los jefes de Estado y de Gobierno y otros dignatarios en el Palacio de Buckingham.
Allí, Felipe VI y Juan Carlos I se reencontraron, aunque -como ocurrió cuando se vieron el 23 de mayo en la Zarzuela, en el que era el primer reencuentro familiar desde el padre se trasladó a Emiratos Árabes Unidos- no hubo prensa presente en el momento.
También a última hora esta noche se realizó un minuto de silencio nacional para recordar a la reina, quien murió el 8 de este mes a los 96 años luego de reinar durante 70. Este lunes será feriado en el Reino Unido y el sepelio será transmitido a una enorme audiencia televisiva y proyectado a las multitudes en parques y espacios públicos de todo el país.
La trascendencia de la monarca que más tiempo reinó el Reino Unido se evidencia en la lista de asistentes a unas exequias como no se veían en Londres desde la muerte, en 1965, de Winston Churchill, que lideró al país durante la Segunda Guerra Mundial.
Su nuera, la reina consorte Camila, destacó en un mensaje grabado en video que Isabel II fue “una mujer solitaria” en un mundo de hombres. “No había mujeres primeras ministras ni presidentas, ella era la única, así que creo que se forjó su propio papel”, dijo la esposa del rey desde hace 17 años.
Los funerales arrancarán con el traslado del féretro de la reina desde la capilla ardiente instalada en el Parlamento británico, en la sala Westminster, a la cercana abadía del mismo nombre.
A las 11 (las 7 de Argentina) empezará el servicio fúnebre oficiado por el deán de Westminster, David Hoyle, y con un sermón de Justin Welby, líder de la Iglesia Anglicana, de la que el rey de Inglaterra es cabeza desde la ruptura con el Vaticano en el siglo XVI.
Tras el servicio, el féretro de Isabel II recorrerá en un afuste tirado por marineros las calles de Londres hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner, en un cortejo en el que se esperan 1 millón de personas. Desde allí saldrá en coche hasta el castillo de Windsor, a unos 30 kilómetros, donde tendrá lugar un nuevo servicio fúnebre, más familiar, y su entierro, ya en privado.
Desde el sábado, 48 horas antes del cortejo, las primeras personas empezaron a apostarse en las calles del recorrido. “La noche ha sido fría pero vale la pena”, explicó Carole Budd, una profesora de escuela de 65 años, situada cerca de Westminster, informo la agencia de noticias AFP.
La Abadía de Westminster tiene capacidad para 2.200 personas. Por parte británica, estarán presentes la familia real, la primera ministra Liz Truss, antiguos primeros ministros y otras personalidades. También asistirán unas 200 personas condecoradas por la reina en junio de este año, entre las que se encuentra el personal sanitario que participó en la respuesta a la pandemia de Covid-19.