“Ultraman”, el legendario personaje japonés, de gran éxito en su país durante décadas y con millones de seguidores alrededor del mundo, llegó esta semana a Netflix en una versión reformulada, que apunta tanto a fans clásicos e históricos como a nuevas generaciones que descubrirán el poder del Guerrero de Luz y su rayo Specium.
Se trata de una adaptación del manga creado y escrito por Eiichi Shimizu y dibujado por Tomohiro Shimoguchi, que funciona como secuela directa de la clásica serie de televisión de 1966, que presentaba la historia de Shin Hayata y su encuentro con el alien gigante justiciero. Este nuevo proyecto de anime sigue el destino de producciones como “Cyborg 009” o la trilogía de “Godzilla: el planeta de los monstruos”, que apuesta por la animación digital como vehículo para resucitar clásicos de anime y de la televisión japonesa.
La historia de Ultraman comenzó precisamente en 1966 con “Ultra Q”, una serie desarrollada por Tsuburaya Productions en el estilo conocido como “tokusatsu”, que refiera al uso de la acción en vivo con un uso y desarrollo de efectos especiales, como sucedía con Godzilla. Dejando atrás las batallas contra monstruos gigantes, acá se adapta específicamente el manga que debutó en 2011, creando esta versión como secuela directa a la serie original.
La historia arranca unos 40 años después de su punto culminante. Con Ultraman desaparecido y la Tierra libre de invasiones extraterrestre, la SSSP se ha convertido en un museo, y Shin Hayata (que sigue sin recordar haber sido Ultraman) con una familia, con su esposa y su hijo Shinjiro, que ya de pequeño demuestra tener una formidable agilidad y resistencia. Pero cuando Shinjiro comienza a entrenarse por sí mismo, resurge una amenaza extraterrestre que despierta los recuerdos de Shin sobre su antigua ocupación, y lo lleva a retomar su rol como Ultraman para salvar la vida de su hijo. Esta nueva faceta no le permite ya crecer de tamaño ni transformarse en el guerrero Ultra, sino luchar con una armadura especial que recrea muchas de sus antiguas habilidades como la súper fuerza, la capacidad de saltar a grandes alturas y el poderoso rayo que lo hizo famoso.
Es por eso que en lugar de las peleas gigantescas sobre la ciudad, y sin la clásica transformación, los enfrentamientos pasan a ser eje de la acción. Es precisamente el poder de su armadura, por momentos al estilo de la de Iron Man, que se convierte en uno de los principales atractivos de la serie.
“Ultraman” tiene momentos de animación muy bien logrados sin perder la esencia del anime, con las secuencias de acción perfectamente desarrolladas como protagonistas y destacadas coreografías; con entornos y diseños alienígenas, que se fusionan con los humanos; con vueltas de tuerca y gran fluidez de movimientos; y con reacciones sorpresivas de los personajes ante determinadas instancias.
Está claro que para disfrutar cada detalle hay que ser un verdadero fanático y conocedor de los más de cincuenta años de historia del animé. Pero las nuevas generaciones podrán descubrir y disfrutar de la reinvención de un personaje que tiene muchos detalles atractivos y que en esta versión digital de Netflix presenta una devoción hacia el mismo, pensando en todos los públicos y su cada vez más numerosos usuarios.
La primera temporada de “Ultraman” está disponible desde el 1 de abril y consta de 13 capítulos.