De acuerdo a un estudio realizado por la consultora internacional Prince & Cooke, junto a Business Software Alliance, actualmente las empresas de América Latina están sufriendo un alto riesgo tanto económico como tecnológico debido a la utilización de software ilegal, reduciendo la eficiencia laboral y los resultados de la compañía.
El estudio analizó a 3,650 Pymes en América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominicana, Ecuador, México, Perú, Paraguay, Uruguay y Venezuela) con el propósito de estudiar y adquirir conocimientos tanto de la realidad del uso del software sin licencia, como de los riesgos que corren las pequeñas y medianas empresas de la región.
Son diferentes las vías de acceso que tienen las Pymes al software pirata: estar pre-instalado en el equipo, obtener claves de productos falsificados, bajar generadores de claves o herramientas de crack desde sitios web o redes entre pares.
Para María de Monserrat Guitart-Piguillém, una de las apoderadas de los Miembros de BSA en Argentina, el estudio plantea la necesidad de seguir trabajando para construir estrategias claras de comunicación en el interior de las empresas con respecto al uso del software legal. “Para las empresas el costo de no utilizar software legal, es aún más alto que para los usuarios individuales, y son los encargados de los mandos más altos quienes deben crear conciencia entre sus empleados de dichos riesgos”, señaló.
De esta manera, al adquirir software de manera ilegal se pueden presentar en primer lugar, riesgos tecnológicos:
• Constantes obstáculos a publicidades pop up y sus hackings potenciales de home pages.
• Otros códigos más destructivos, como los Troyanos, que pueden entorpecer un programa definitivamente, dando su desuso.
• Interrupción de uso y actualización de anti-virus que no permite detectar y desinfectar de nuevos virus.
• Los spyware hacen más lento el funcionamiento de la red o del acceso a Internet o por crear problemas de conexión y de accesos remotos. Ante esto se llama a un técnico y se pierde un valioso tiempo.
En segundo lugar podemos detectar riesgos económicos como fraudes financieros, computadoras infectadas con “bot” (programas maliciosos que se descargan en diferentes computadoras y que permiten realizar ataques distribuidos contra otros sistemas) en el interior de las redes de la organización que produce fallas de seguridad generando gran pérdidas para la empresa. Dado que causa una pérdida de tiempo importante en el cumplimento de tareas y de esta manera va reduciendo el poder de producción empresarial.
Otros incidentes que pueden reportar un párate en la producción de la empresa, es el ataque de virus informáticos. Un 68,6% de las empresas ha sufrido un ataque en los últimos 12 meses. Esto refleja que existe una fuerte relación entre el porcentaje de piratería en la región y la proporción de empresas que ha tenido problemas por virus.
Asimismo, un 41,1% de las empresas han sufrido fallas menores en los sistemas sin llegar a ocasionar una suspensión de actividad. Por debajo, con un 17,4 % en ambos casos, se encuentran los gastos en reparación de software y fallas críticas en los sistemas.
En general, las Pymes no perciben riesgos por fuera de los que no sea el monetario. Cuando se estiman los problemas que puede acarrear el uso de software ilegal se debe tener en cuenta también aquellos no cuantificables, como la imagen empresarial por el retraso él en el cumplimiento de tareas o mala información de los empleados que puede conducir a fallas criticas del sistema.
Las Pequeñas y Medianas empresas tienden a exagerar el valor monetarios del software legal; con una percepción irreal y extravagante entre el costo de compra de los originales y el ilegal, sin tener en cuenta los gastos que presenta que tener una copia pirata, que conlleva el mantenimiento del equipo superando unos U$S200 anuales que es lo que cuesta un software auténtico.
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