Carlos Gianni, empresario rosarino vinculado a José López, el hombre de los bolsos repletos de dinero lanzándolos a un convento de Buenos Aires, busca hacer pie en Rosario. Luego de que la intendencia de la ciudad le imposibilitara la construcción de un Hotel Sheraton en 2017.
Gianni, titular de Turicentro Viajes ganó una millonaria licitación para hacer frente a todos los vuelos, alojamientos y alimentación de los deportistas y delegaciones que participan de los Juegos Suramericanos de la Juventud de Rosario.
En total, el negocio que cayó en manos de Gianni asciende a 360 millones de pesos. Según trascendió, su oferta fue mejor que las de sus dos competidores. En 2016, el empresario de fuerte llegada al gobierno kirchnerista se vio envuelto en el escándalo del José López, ex secretario de Obras Públicas de Cristina Fernández. Inclusive, llegó a estar procesado por ser presunto testaferro del funcionario.
El vínculo entre Gianni y López se dio a partir de un departamento ubicado en Las Heras 2032, en el piso 13 “B”. Sobre el inmueble del barrio porteño de Recoleta se sospechó que el hombre que cayó detenido tras arrojar bolsos con nueve millones de dólares y una ametralladora a un convento de monjas de la localidad de General Rodríguez había comprado y ocultado la operación colocándolo a nombre de Marketing y Eventos SA, firma del empresario Gianni.
Por medio de un contrato de alquiler con opción a compra, el departamento fue habitado de 2011 a 2016 por la hija adoptiva de López, Mariana Soulés. La Justicia procesó entonces a Gianni por presuntamente ser partícipe necesario del delito de enriquecimiento ilícito de funcionario público. La causa fue a juicio, donde se condenó al ex secretario de la cartera de Julio de Vido y se absolvió al rosarino.
“Tranquilamente pudo Gianni haberse mostrado interesado en adquirir ese departamento. No sé si lo vio como buena oportunidad inmobiliaria o cuál fue el motivo que le despertó el interés por el mismo pero lo que comenzó en el marco de una charla informal, se convirtió con el tiempo en la adquisición de ese departamento desconociendo yo cualquier otro pormenor de esa operación”, había declarado López.
Acostumbrado a circular por la ciudad junto a su joven pareja en sus vehículos descapotables, desde el inicio de sus gestiones para la aprobación de la edificación del Hotel Sheraton en Puerto Norte, se denunció que el despacho favorable del proyecto en el Concejo fue “un traje a medida” para que llevara adelante su plan. En el mismo marco, hasta el día de hoy sobrevuelan las dudas respecto a las negociaciones mediante por las que pudo adquirir los terrenos con Turicentro a Servicios Portuarios SA y el presunto devaluado valor pagado por los terrenos en donde estará el lujoso hotel.
Como las conversaciones entre Turicentro y Servicios Portuarios para asociarse nunca llegaron a buen puerto, el empresario compró el lote y empezó el largo recorrido por la Municipalidad y el Concejo para que lo autorizaran a desarrollar sus negocios. El terreno, que se encuentra lindante a las torres Maui y sobre el cual se proyectaba levantar también dos edificios de viviendas, tenía sobre él una cláusula que disponía que si pasaba cierta cantidad de tiempo sin comenzar la edificación Gianni debería abonar una suerte de multa a la entidad que fuera su dueña previamente. Según trascendió, la millonaria cifra que debería abonar ascendería a un valor cercano a la mitad de las tierras.
El coqueteo de Gianni y sus negocios con el Estado fue largo. La firma Marketing y Eventos gozó de varios contratos durante los gobiernos kirchneristas y nunca le faltó la pauta oficial. Entre otras cuestiones, realizó el montaje de stands en Tecnópolis y fue proveedor de merchandising para los festejos del bicentenario. Por medio de la empresa por la cual busca emplazar el Sheraton vendió pasajes aéreos de 2003 a 2012 a Presidencia de la Nación y a distintos ministerios. Asimismo, el empresario tuvo participación en International Trade Fairs SA, en sociedad con el abogado Jorge Oscar Chueco, quien estuvo vinculado al empresario santacruceño Lázaro Báez.
Ante esa situación las dudas instaladas en la ciudad son dos. La primera es conocer quiénes son los que trabajan para que el proyecto de Carlos Gianni salga adelante, y la segunda, saber qué piensan el intendente, Pablo Javkin, y los concejales sobre el tema.
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