Desde antes de la irrupción de la Ley de Alquileres, y con ella aún más, los vecinos se encuentran en posiciones engorrosas para dar con unidades acordes ante la baja de oferta y precios altos por el mismo motivo.
El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz indicó en las últimas horas que “el avance hacia la modificación de la ley de alquileres aumentó la incertidumbre del mercado inmobiliario”, algo esperado ante la expectativa de que pudieran cambiar las reglas del juego. “A ello se suman los efectos de la significativa devaluación que tuvo lugar al día siguiente a las PASO. En este contexto, que recién se reflejará en lo datos del próximo mes, se espera que los precios den un salto en el mismo sentido y una pausa en el cierre de contratos hasta que se vislumbren mayores definiciones sobre las condiciones contractuales que regirán en el caso de que se derogue la ley actual”, añadieron.
En ese marco, el estudio determinó que la mediana de los precios de monoambientes en Rosario es de $66.000, la de los departamentos de dos ambientes es de $90.000 y la de tres ambientes $115.000.
Por otro lado, informaron que los aumentos interanuales en los precios de oferta de alquiler de viviendas se estabilizaron por debajo de la inflación a partir de 2023, luego de dos años de incrementos muy por encima del resto de los precios de la economía. Dichas variaciones fueron de 88,6% en monoambientes, 100% en dos ambientes y 96,6% en departamentos de más de tres ambientes respectivamente.
De este modo, y para graficar desde el lado de los usuarios, los jubilados que tienen un ingreso de $105.500 deben gastar el 62,6% del mismo en el alquiler de un departamento monoambiente medio, sin incluir expensas ni servicios. En tanto, un trabajador que percibe el Salario Mínimo Vital y Móvil ($112.500) destina el 58,7% de su ingreso al pago del alquiler de un monoambiente.